Kim
Cuando vi a Jay, una alegría indescriptible inundó mi pecho. Allí me di cuenta de lo mucho que lo extrañaba, y después de que Jacob y Audrey se hubieran ido a cenar juntos para dejarnos un momento a solas —algo bastante sospechoso— no lo dudé ni un segundo y me lancé encima de Jay. Lo abracé y por medio de aquel abrazo le transmití todo lo que sentía al verle. Su olor me embriagaba, me embrujaba y me enloquecía. Él me sostuvo con sus fuertes brazos y sabía que sonreía al igual que yo. Había muchas razones para hacerlo y era maravilloso poder sonreír con naturalidad, una sonrisa sincera y verdadera. Él me daba razones para estar feliz.
Sentía que en cualquier momento esta pequeña burbuja de felicidad explotaría e impactaría sobre mí con fuerza, pero traté de ignorar aquello y simplemente vivir.
—Dime lo que estás pensando. —Mis ojos siguieron cerrados, disfrutando de la constante caricia que su mano me proporcionaba. La pasó suavemente por la punta de mi nariz y por el puente de ella—. Tienes unas pecas preciosas.
Sonreí sin separar los labios.
—Ya basta, has estado alagando todo de mí. —Me sonrojé y abrí los ojos con lentitud—. Ya incluso me estoy sintiendo una Miss Universo.
Él rio y pellizcó la punta de mi nariz. La arrugué instintivamente.
—Dime lo que piensas —repitió e hice contacto con sus ojos azules.
¿Qué estaba pensando ahora mismo? No podía siquiera ponerlo en palabras. Era más feliz de lo que esperaba, pero aun así había algo que me preocupaba. ¿Qué podía asegurarme que lo que sentía Jay era verdadero? No sabía si se había enamorado de mí porque estos últimos días había pasado mucho tiempo conmigo o porque desde antes ya sentía algo. A decir verdad, la opción uno me parecía más factible.
—Tengo miedo —admití bajando la cabeza con timidez.
Estábamos en nuestra cama, acostados muy cerca el uno del otro. Jay tenía su brazo derecho debajo de mi cabeza como si fuera una almohada, y con la otra mano estaba acariciando mi rostro y mi brazo. Había algo en esta escena que me ponía sentimental. Nunca había hecho esto con ningún otro chico y no podía evitar preguntarme si Jay había repetido esta clase de cosas una y otra vez.
—¿Miedo? —preguntó esta vez confundido.
Evité sus ojos al hablar.
—Miedo de... llegar a sentir algo más profundo —susurré. Aunque desde hace mucho tiempo estaba enamorada de él, todo esto era completamente diferente.
—¿Le tienes miedo al amor?
Alcé la vista y fijé mi mirada en su rostro. ¿Podría algún día admitirle que estuve siempre enamorada de él?
—Tengo miedo de salir herida.
Él siguió con su expresión calmada.
—No saldrás herida.
—¿Cómo estás tan seguro? —Mi voz se rompió al decir aquello.
—Porque yo no le tengo miedo al amor —respondió seguro y su cálida voz me reconfortó—. Y yo te ayudaré a vencerle el temor.
—¿Cómo lo harás? —inquirí mordiéndome el labio inferior y una de mis manos jugó con la esquina de su camisa.
Vi como tragaba saliva.
—Te demostraré que el amor no es tan malo como parece —murmuró. Su aliento suave chocó en mis labios. Una de sus manos acarició mi brazo, sus dedos se movían con parsimonia por mi piel clara—. Te protegeré y te amaré como nadie nunca lo ha hecho.
![](https://img.wattpad.com/cover/23054865-288-k419454.jpg)
ESTÁS LEYENDO
¿Matrimonio falso? |¿MF? #1|
Romance|Historia ganadora de los premios Wattys 2015 en la categoría "Las Favoritas de los Coleccionistas"| -¿Quieres casarte conmigo? En cuanto escuché esas tres palabras saliendo de los labios del mejor amigo de mi hermano se puede decir que tuve tres r...