El ambiente era absolutamente incómodo para mí. Me sentía observada con mucha atención y criticada en silencio. Mis manos se movían inquietas en mi regazo y mis piernas no dejaban de temblar. No era capaz de alzar la vista porque sabía con qué tipo de mirada me encontraría: de pura y clara decepción.
Jay estaba a mi lado, pero él no me infundía ningún tipo de consuelo, ya que estaba al parecer más incómodo que yo. Se aclaraba a cada tanto la garganta y cambiaba de posición en el sofá cada dos minutos.
—Bueno, ¿entonces no dirán nada y se quedarán sentados ahí como idiotas? —preguntó Diane, quien estaba cruzada de brazos en frente de nosotros.
La situación era esta: había pasado una semana entera después del funeral. Ni Matt ni Diane ni Ulises me habían hablado después de eso, y trataban de ignorarme lo mejor que pudieran. A mí me importaba poco, ya que me encontraba en un estado de ánimo bastante decaído, así que solo pensaba en... la muerte. Sin embargo, luego Jay me hizo reaccionar. Me informó que era momento de decirles a todos nuestros amigos la absoluta verdad, desde un principio. Así que él reunió a todos en la mansión para que habláramos, pero henos aquí, sentados en un sofá en completo silencio. Jay no había dicho ni una palabra y yo mucho menos.
Simplemente quería salir corriendo de la habitación y no volver a ver esos rostros furiosos nunca más en mi vida.
Pero aquello sería huir, huir de la realidad y ser débil; debía darles frente y contarles todo. Ellos se merecían la verdad, no podían estar engañados tanto tiempo.
Así que lo hice. Tomé la iniciativa y les empecé a relatar todo. Desde que Jay comenzó a actuar extraño conmigo, diciéndome cosas... lindas —las cuales nunca me había dicho— hasta que ellos se enteraron de la verdad de la peor manera posible. Les conté que había aceptado solo porque Jay me gustaba —no mencioné que estaba enamorada desde que éramos niños, eso era algo que hablaría luego con él—, y porque no quería que Audrey pasara por peores cosas después de la muerte de su esposo.
Todos me miraban con atención, prestando sumo interés en cada una de mis palabras. Mientras hablaba, iba saltando la vista en todos, observándolos a los ojos para que entendieran que decía la verdad, y me pude fijar cómo sus expresiones cambiaban poco a poco. Ulises dejó de fruncir el ceño y pasó a tener una mirada extremadamente seria; nunca lo había visto así. Diane quitó su mueca de frustración de su boca, y más bien, fue formando una hermosa sonrisa. Audrey en realidad siempre había tenido la misma expresión. Ella no estaba enojada con nosotros, pero ahora su rostro reflejaba paz, de seguro al enterarse por fin de todo. Jacob, quien se mantuvo distante, ahora miraba a Jay con el ceño fruncido. Era posible que después tuviera una seria charla con Jay sobre la franquicia de hoteles.
Matt.
Ay, mi hermano. Él seguía contemplándome decepcionado y furioso a la vez. Hubo un momento —en el que dije que me había enamorado de Jay y que él también de mí— en el que su semblante comenzó a cambiar... mas no tardó mucho para seguir con su aspecto sombrío.
¿Qué haré contigo, hermano, si estás enojado? ¿Cómo seguiré sin ti?, fue lo primero que me pregunté
Por alguna razón, al verlo de esa manera, tan consumido en el rencor, las lágrimas acudieron a mis ojos sin poder evitarlo.
Y no fui capaz de seguir hablando.
Jay
Kim se echó a llorar sin terminar su explicación.
Y al instante supe por qué. La conocía bastante bien, y al notar que miraba a Matt comprendí que lloraba por él.
ESTÁS LEYENDO
¿Matrimonio falso? |¿MF? #1|
Romance|Historia ganadora de los premios Wattys 2015 en la categoría "Las Favoritas de los Coleccionistas"| -¿Quieres casarte conmigo? En cuanto escuché esas tres palabras saliendo de los labios del mejor amigo de mi hermano se puede decir que tuve tres r...