Jay
No podía explicar la manera en la que Matt me estaba mirando ahora mismo; como si quisiera asesinarme en este instante y después recordara que yo era su mejor amigo. Una combinación entre ira y dolor.
Kim había dejado de caminar al verlo y yo simplemente me quedé parado detrás de ella, mirando a Matt con suspicacia, quien solo alternaba la vista entre ambos. Debía hacer o decir algo, pero no tenía idea de qué. Esto era incómodo.
Fue Matt quien habló primero, aunque no muy amable que digamos.
—¿Qué están haciendo aquí? —escupió mordazmente, lanzándonos una mirada llena de rencor.
Kim respondió, pero su voz temblaba.
—Estábamos visitando a la Sra. Foster.
Él asintió de manera imperceptible, y lo que sea que estuviera pasando por su mente hizo que su ceño se relajara. Nos miró con los ojos entrecerrados por durante unos segundos que se hicieron eternos y después de eso dijo algo que no esperábamos.
—Entren. —Y él mismo se giró y caminó de nuevo dentro del apartamento. Kim volteó a verme, completamente confundida y yo me encogí de hombros. Tampoco entendía lo que pasaba.
Seguimos a Matt y yo cerré la puerta del apartamento con suavidad. Él se detuvo en medio de la sala con los brazos cruzados. Nos recorrió de arriba abajo y luego suspiró.
—Así que... —empezó, saboreando las palabras. Kim estaba a mi lado y pude notar la impaciencia en su rostro—. ¿Ustedes están juntos?
Vaya, no me esperaba que fuera tan directo.
—Sí, comprometidos es el mejor término —dije, tratando de no demostrar nada en mi rostro, como si fuera una frase que dijera todos los días, pero lo cierto era que estaba nervioso, muy nervioso.
Matt asintió como estando de acuerdo con algo en su mente y su mandíbula se apretó.
—¿Y por qué será que no les creo, eh? —inquirió con brusquedad de repente. Kim abrió la boca sorprendida ante la agresividad de su hermano.
—Matt, ¿por qué estás actuando de esa manera? No te estamos mintiendo, todo lo que te estamos diciendo es cierto... —Pero él la interrumpió.
—Estoy actuando así porque resulta que mi hermanita menor está comprometida con mi mejor amigo y yo ni siquiera sabía que tenían una maldita relación —explicó lentamente, como si le estuviera hablando a dos niños de preescolar—. Creo que mi actitud es bastante entendible.
Hice una mueca.
—Hermano, lamento mucho no habértelo dicho, pero de verdad no sabíamos qué hacer —comenté—. Sospechábamos que reaccionarías de esta manera, pero también sabemos que hicimos mal al no contarte nada... —Y de repente, se lanzó hacia mí.
Escuché el grito ahogado de Kim.
¿Por qué siempre se me lanzaba cuando estaba completamente distraído?
Me atrapó con la guardia baja y me arrinconó en la pared. Su brazo izquierdo lo apretó en mi pecho, dejándome inmóvil, aunque no hice ningún movimiento brusco para defenderme. Yo no quería pelear con él. No sería capaz de golpearlo.
—¡¿La amas?! —gritó Matt cerca de mi cara. Estaba furioso, lo podía ver en su rostro rojo. Una vena saltó en su frente.
—¡Matt, suéltalo ahora mismo! —Kim se alarmó, a pesar de que yo estaba tranquilo.
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¿Matrimonio falso? |¿MF? #1|
Romance|Historia ganadora de los premios Wattys 2015 en la categoría "Las Favoritas de los Coleccionistas"| -¿Quieres casarte conmigo? En cuanto escuché esas tres palabras saliendo de los labios del mejor amigo de mi hermano se puede decir que tuve tres r...