6. Minghao el sanador

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― ¡Minghao! ― saludó Joshua al nuevo asistente de enfermería, antes de ingresar en la Academia de Shenzhen era necesario realizar una evaluación médica y mientras esperaban al doctor, seria atendido por un chico alto y delgado. Los sanadores tendían a tomar turnos de apoyo en la enfermería, sus poderes tenían limites, pero seguían siendo muy útiles y necesario.

Acacia, Joshua y Soonyoung debían acompañar a su nuevo compañero, era parte del trabajo. Minghao les dedicó una sonrisa tímida dejando ver sus brackets, tomó una tableta y comenzó a chequear la información.

― Otro original ― dijo por lo bajo.

A pesar de que solo se habían registrado ocho habilidades, de vez en cuando las coincidencias mostraban alguna mutación fuera de lo común, un poder único llamado original, que hasta la fecha no se conocía a alguien que lo tuviera con anterioridad o que pudiera heredarlo.

Desde que las personas con habilidades se hicieron conscientes de sus poderes, decidieron llevar un registro de las mismas, por ende, en la actualidad a los estudiantes se les entregaba una placa de plata, con su nombre, tipo de sangre, habilidad y número de registro.

Al ser original, Seungcheol tenía un simple uno.

― ¿Algún aroma particular? ― continuó Minghao. Pero, Seungcheol negó confundido.

― Pasto y... ― dijo Acacia, pensó algo por unos instantes ― ¿Tierra húmeda?

Soonyoung chasqueó los dedos dándole la razón.

― Lamentablemente, dependiendo del poder que tenemos, algunos emitimos aromas particulares ― explicó Minghao al ver a Seungcheol tan confundido ― Si no fuera por el exceso de perfume que usa Acacia ― fue interrumpido por un quejido de la chica ― Podrías notar que huele a metal, acero, si te acercas a Soonyoung, es fosforo recién apagado.

Soonyoung estiró el cuello de su camisa y se acercó a Seungcheol para que lo olfateara, pero el chico lo alejó.

― Minghao huele a alcohol aséptico ― se burló Acacia, a lo que este entrecerró los ojos.

― ¿Alteración en el color del iris? ― prosiguió el sanador dándole un codazo a la chica.

Seungcheol negó, pero Acacia y Soonyoung dijeron que sí al unísono.

― Tus ojos cambian de color a un hermoso verde pasto ― se burló Soonyoung haciendo una flor con las manos.

― Déjame adivinar, es normal ― resopló Seungcheol, Acacia se cruzó de brazos y sus ojos cambiaron de whiskey a gris, los de Soonyoung contaban con un borde rojizo.

Su boca se abrió, estaba anonadado.

― Pueden cambiar dependiendo del poder que tengas y cuando lo uses ― explicó Minghao ― ¿Altura?

― Un metro setenta y seis.

― Debajo del promedio ― agregó Minghao a sus apuntes.

― ¿Cuál es el promedio? ― preguntó indignado.

― Un metro setenta y ocho.

― ¡Son dos centímetros! ― se quejó a lo que Soonyoung y Minghao comenzaron a reír.

― Los originales no contamos con todas las características físicas de nuestra clase, tendemos a ser más bajos, esbeltos, sin mencionar las inconsistencias en nuestras personalidades ― explicó Acacia. ― Nuestras habilidades sociales tampoco son tan excepcionales.

― ¿Cuánto mides tú? ― preguntó restándole importancia a todo lo demás.

― ¡Eso no es tu problema!

Soonyoung se acercó en complicidad y comenzó a susurrar ― Mide un metro cincuenta y siete, está ocho centímetros debajo de... ¡OUCH!

Acacia había asestado un golpe en su espinilla ― Soplón.

― Procederemos al análisis físico por favor quítate la ropa y colócate esta bata. ― Minghao no había terminado de hablar cuando Seungcheol comenzó a quitarse la camisa.

― Amigo, ¿podrías esperar a que Cas se vaya? ― dijo Soonyoung conteniendo la risa, Acacia estaba detrás de él con las manos sobre sus ojos y el rostro rojo, Minghao abrió la puerta y la chica los dejó solos.

Después de su análisis físico, Seungcheol debía volver a su nuevo hogar, el profesor Hong había visitado a sus padres para explicarles toda la situación, el chico estaba aterrado de que no entendieran, pero si era sincero, dentro de toda su preocupación parecían aliviados, al final de cuentas su hijo no era un inadaptado y problemático, era alguien especial, alguien diferente.

Seungcheol no podía soñar con mejores padres, quizás sus padres biológicos le dieron la vida, pero los adoptivos le enseñaron a vivirla. Comenzaría clases la semana siguiente, pero antes él y su familia debían mudarse a Seúl, aunque no le entusiasmaba la idea, tenía que admitir que su nuevo apartamento era lujoso y estaba emocionado por tener la oportunidad de comenzar de nuevo.

― Tú también empiezas el lunes ― le recordó Seungcheol a su amigo mientras comían malvaviscos en el balcón del nuevo apartamento de los Yoon.

Jeonghan hizo una mueca. Su padre viajaba constantemente a Seúl por razones de trabajo, al ser inscritos en el Programa de Proteccion se convirtió en una oportunidad para mejorar su situación laboral, así que la situación les había sentado muy bien a los Yoon

― ¿Me despedirás en el aeropuerto? ― preguntó Seungcheol haciendo un puchero.

― ¿Acaso soy tu novio?

Su amigo asintió ganándose un golpe en la cara con una bolsa de malvaviscos.

― ¿Estás nervioso? ― preguntó Jeonghan con la boca llena.

― Tengo miedo ― admitió Seungcheol con una sonrisa.

― Yo también ― confesó Jeonghan y chocaron los puños.

Había sido así durante los últimos dos años, aun cuando Seungcheol fuera diferente, él sentía y sabía que podían entenderse con facilidad, mentiría si decía que no le molestaba el hecho de que su amigo había ocultado algo tan importante, pero quien era él para juzgar, entendía perfectamente que, si Seungcheol no se conocía a sí mismo, no podía ser capaz de explicárselo a su hermano del alma.

Detalles como esos hacían de Jeonghan el mejor amigo que cualquiera envidiaría.

Seungcheol estaba consciente de lo solo que se iba a sentir ahora que debían pasar su último año separados.

En efecto, Jeonghan acompañó a los señores Choi a despedir a su hijo en el aeropuerto, aun cuando volvería después de dos semanas había cosas que habían cambiado definitivamente.


Bienvenido Minghao

Espero les guste este capi, aunque está algo cortito

Seungcheol fue admitido y ahora empieza lo bueno

Besitussssss

magnetic × seventeenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora