7. Seungcheol el original

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Seungcheol sabía que iba a ser un lugar diferente, las clases estaban dictadas en mandarín, agradeció al cielo por aprender el idioma desde joven, aun cuando los temas eran similares a los que veía en Corea, los profesores se mostraron aún mas exigentes.

Al menos su uniforme era más cómodo, un pantalón gris y el saco azul oscuro con una corbata a juego.

Sus compañeros eran amables, aunque jamás se imaginó que en la hora del almuerzo su mesa se llenaría con estudiantes interesados en los detalles de su vida, si tenía novia, qué solía cursar en Corea, si podía hablar algún otro idioma, cuando descubrió su poder. Todo lo que le habían dicho era cierto, sus compañeros eran agradables, atractivos y estaban en forma.

Sacar buenas notas no te hacia especial, ya que todos lo hacían.

Si era honesto, odiaba resaltar por su baja estatura, al menos Jihoon era más bajo que él.

No compartía ninguna clase con Acacia o Joshua, por lo que no conocía a nadie y tampoco podía esperar a que ellos lo sacaran de apuros.

La atención era tan abrumadora, que casi pasó por alto a una silueta con cabello plateado, parecía que iba a sentarse con él, pero en un instante ella se giró y se sentó con un montón de chicas que empezaron a reírse.

Alguien notó donde tenía sus ojos puestos.

― ¿Sabías que eres la última misión de Acacia y su equipo? ― dijo una chica robando su atención. Acacia explicó que los rastreadores tienen un equipo de apoyo, en el caso de ella eran Joshua, Soonyoung y Jun, Wonwoo resultó ser su primera misión y Jihoon y ella recibían entrenamientos particulares al tener poderes originales, así fue como se formó ese pequeño grupo de amigos.

― Normalmente los rastreadores trabajan hasta los quince años ― interrumpió una chica.

― Todos en su equipo son peculiares ― dijo un tercero

― ¿A qué te refieres? ― comentó Seungcheol por fin.

― Soonyoung es un heredero, casi al mismo nivel de Joshua, es la tercera generación de piroquitenicos en su familia, mientras que el nieto Hong es quinta generación de telepatia/telequinesis, Jihoon es otro original, por eso es de baja estatura como Acacia. ― explicó un chico.

― Wonwoo es muy callado para ser uno de nosotros, pero es el único que ha logrado adelantar un año en la academia.

― Y Junhui es muy guapo ― dijo una chica de repente, todos comenzaron a reír, pero ella continuó. ― Es un transportador, su poder no es muy común hoy en día, en la extensión de Asia, solo tenemos cuatro estudiantes, dicen que en Oceanía no hay ninguno, a veces los senpai viajan cuando necesitan ayuda en ese continente.

Seungcheol observó a los cinco chicos de los que hablaban, comían juntos en una mesa a la esquina, en la de al lado se encontraba Acacia riendo con un grupo de chicas. Sonó la campana y todos comenzaron a recoger.

Wonwoo compartía la clase de matemáticas con Seungcheol y se ofreció como su compañero para resolver un problemario, se encontrarían en la biblioteca para ir adelantando antes de su entrenamiento, cuando volvió a su habitación encontró a su compañero de piso Kim Mingyu restregando el suelo, usaba un delantal y guantes a juego.

― Derramé mi leche con banana ― dijo el chico mientras hacia un puchero, Seungcheol colocó ambas manos en la cintura pidiéndole paciencia al señor.

― Tan grande y tan torpe ― dijo a lo que Mingyu le sacó la lengua.

Kim Mingyu era un sanador como Minghao, Seungcheol no podía creer que aquel chico tan alto fuera más joven que él. Y si era sincero, Mingyu parecía algo obsesionado con el orden y la limpieza, lo primero que hizo al conocerlo, fue arreglarle la solapa del cuello de la camisa del uniforme.

Extraño. Pero, al menos parecía ser un buen chico.

Seungcheol tomó una ducha y se dirigió a la biblioteca, se imaginó que sería una biblioteca normal, pero aquel lugar era grande como un museo de historia.

¿Dónde encontraría a Wonwoo?

Después de dar un par de vueltas se dió cuenta de que, estaba en el segundo piso junto a una ventana panorámica rodeado de chicas intentando llamar su atención, hasta que Acacia se acercó y comenzó a despedir al club de fans, Seungcheol se detuvo, decidió esconderse detrás de un librero, si era cierto lo de sus sentidos, empezó a concentrarse.

― Él también es adoptado ― dijo Acacia, su tono de voz era bajo, pero no lo suficiente.

― Aquí hay mucha gente ― respondió Wonwoo mirando alrededor ― Alguien podría escucharnos.

― No me importa, ¿por qué ellos... y yo no? ― agregó haciendo un puchero, Wonwoo se encogió de hombros ― Él es de Busan igual que Jihoon, pero yo nací en Masok

― No me parece una casualidad que los tres hayan nacido en Corea ― acomodó sus lentes, los lectores de auras veían los colores, aunque no quisieran, así que muchos utilizaban anteojos especiales para evitar eso. Ella asintió y sacó un montón de papeles de su bolso.

Wonwoo la observó confundido.

― Son los certificados de adopción de Jihoon y los míos, logramos conseguirlos antes de la misión ― se explicó. ― Ambos fuimos abandonados en el hospital después de que nuestras madres dieran a luz, obviamente utilizaron nombres falsos, pero...

Un ruido seco llamó la atención de Wonwoo y le hizo señas a Acacia para que se callara. Seungcheol estaba recogiendo la fila de libros que había tirado por accidente.

― Creo que tengo idea de lo que tramas ― dijo Wonwoo a su amiga ― Usa tu particular carisma ― bromeo a lo que Acacia resopló ― O habla con Jun, él es muy ingenioso cuando se trata de crear casualidades, ahora si me disculpas, debo hacer tarea.

Acacia abrazó a Wonwoo dándole las gracias, recogió sus cosas y salió corriendo. Seungcheol esperó un par de minutos para encontrarse con su compañero.

― Perdón, por llegar tarde, me perdí ― exclamó secamente, Wonwoo lo observó con cuidado por encima de sus lentes, su aura tenía tonos verdosos y manchas rosas, ambos colores eran difusos, eso quería decir que las emociones estaban creciendo dentro del chico y todavía no se había dado cuenta, podía ser una invasión a su privacidad, pero era inevitable para él.

Decidió contener la risa y continuar con la asignación



Hola hola, volvemos con capítulos nuevos, 

así es nuestro seungcheolito en su primer día 

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