En esta historia de amor y superación Juan Pablo Villamil se encuentra en un una difícil situación, de la cual no encuentra salida.
Evangeline será su guía y más, también lo que necesita para volver a percibir el mundo desde su nueva condición. Sie...
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Luego de las desgarradoras imágenes que acaba de percibir, por alguna razón sentía algo de familiaridad en esos rostros heridos y cubiertos de sangre.
Aunque no se explicaba el porqué.
Decidió salir un rato a tomar un poco de aire, toda la tensión y el estrés que estaba viviendo; le pasaba factura pues tenía dificultad para respirar.
Una sensación tan abrumadora era realmente nueva para ella, pues en la medicina llegas a ver cosas "peores".
Cuando salía del hospital casi tropieza con uno de los tantos cables que los medios tenían desperdigados a las afueras de las instalación.
Los periodistas se peleaban con los guardias de seguridad y asediaban con preguntas a los paramédicos.
-No lo puedo creer...!Que falta de sensibilidad!.- pensó, con algo de molestia y con el ceño fruncido, siguió caminando hasta que llegó a una zona más despejada en el lugar.
A la distancia y entre las gotas de lluvia que disminuían a lo largo de la madrugada, divisó a un grupo de chicas, en lo que podía percibir de diferentes edades.
Algunas lloraban y otras coreaban canciones...
Canciones que ella creía recordar. Se acercó por curiosidad pues desde el lugar en donde estaba no podía ver con claridad los cartelones que a este punto lloraban tinta por la lluvia.
En ellos, deseaban una pronta recuperación a Morat.
Morat... Los recuerdos llegan con rapidez a su mente, la imagen de estos chicos, en entrevistas, sus canciones, conciertos a los que nunca asistió por falta de tiempo o dinero.
En contraste con la imagen sangrienta de esta madrugada.
En especial venía a su mente la imagen del último chico, aquel bañado en sangre. Podía ser una confusión. Hasta el momento, era demasiado temprano para que el hospital brindará declaraciones al respecto.
Pero, no se podía quedar con la duda, justo cuando se dirigía a la puerta fue detenida por una de las chicas.
Parecía ser la menor de ese grupo, tenía los ojos rojos, hinchados y estaba a punto de explotar en llanto frente a ella...
- Tú, ¿trabajas aquí cierto?-
Evangeline, asintió con la cabeza.
- Ellos... ¿van a estar bien, verdad? - Preguntó la más pequeña, con ojos vidriosos.
Evangeline, no tenía idea de qué responderle; no podía contarle lo que había visto y no tenía detalle de lo que había sucedido. Pero tampoco quería darle la típica respuesta estéril; esa que dice todo y nada a la vez, el típico "es de diagnóstico reservado".
