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Ha pasado un mes y algunas semanas más, desde que Villamil, salió del coma y la sala de cuidados intensivos.
En todo ese tiempo contó con el apoyo incondicional de Evangie, así como con sesiones de fisioterapia, pues debido al tiempo en UCI, había perdido masa muscular considerablemente, a parte de entrenar sus piernas que tenían tornillos de metal, necesarios para volver a unir esos huesos rotos.
Su recuperación no fue para nada fácil y en extremo dolorosa.
Hasta para comer formaba algún problema, y no es que la comida del hospital estuviera mal, como lo es típicamente. En este caso el menú era bastante variado y la comida aceptable, pero a Villa, le gustaba el drama, y también le gustaba molestar a Evangeline, quien no se perdió ningún desayuno, almuerzo o cena del joven aún cuando estuviera ocupada.
Se sentaba por minutos enteros a vigilar que este acabará con todos sus alimentos, y no es que Villa, se negara a comer, simplemente no sentía hambre. Algo que cambió por completo las últimas semanas debido a que su cuerpo se movía más, lo que abría bastante su apetito.
Indicativo de que su estado de salud mejoraba rápidamente y en general todas sus heridas.
Y Evangeline, no podía estar más feliz por ello. Acompañarle por ese largo camino de dolor y verlo ahora fuerte y podría decir que hasta musculoso. Llenaban de un sentimiento especial su corazón. Un sentimiento agridulce, porque sabía que un día más recuperado era un día menos junto a ella, era un día más cerca a abandonarla a ella y a las paredes de ese hospital.
Le tenía un cariño especial, verlo todos los días causaba sentimientos nuevos, o que no había sentido por mucho tiempo, ella, se negaba a aceptar que fuera algún afecto romántico pero, en efecto lo era.
A pesar de la forma distante y fría que Villamil, le intentaba demostrar, ella estaba más que segura de que era solo una máscara para ocultar su dolor. Le dolía, pero trataba de comprenderlo e ignoraba aquellas actitudes o palabras hirientes de las cuales ella fue blanco, durante ese tiempo.
Con todo su esfuerzo, algunas sonrisas y risas disimuladas le logró arrancar y eso... Eso era todo lo que ella quería, hacerlo feliz.
Hoy, Juan Pablo Villamil sale por fin del hospital.
Y antes de sentirse feliz o emocionado, los sentimientos que le inundan son el miedo, temor y rabia. Todos provenientes a que no tiene idea de cómo afrontar el mundo con su nueva condición. Pero se lo guarda, se hace fuerte y sólo espera que terminen con la interminable burocracia y papeleo, necesario para sacarlo del hospital, ya se imaginaba que terminaría pasada la tarde o en la noche. Y eso le incomodaba aún más.
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Would You Be My Eyes?
FanficEn esta historia de amor y superación Juan Pablo Villamil se encuentra en un una difícil situación, de la cual no encuentra salida. Evangeline será su guía y más, también lo que necesita para volver a percibir el mundo desde su nueva condición. Sie...