En esta historia de amor y superación Juan Pablo Villamil se encuentra en un una difícil situación, de la cual no encuentra salida.
Evangeline será su guía y más, también lo que necesita para volver a percibir el mundo desde su nueva condición. Sie...
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El turno de Evangeline, había llegado a su fin, si bien le encantaba esa área, era muy demandante y le agotaba bastante, pues son seres que dependen enteramente de ella y su dedicación.
Apresuró el paso con la esperanza de encontrar allí a Juan Pablo, pero a la vez prefería no despedirse, no lo soportaría.
Y al llegar sólo encontró una habitación vacía, llena de recuerdos que se reprodujeron de manera automática en su mente. Recordó aquel primer encuentro en la sala de cuidados intensivos y recordó la última vez que lo vió por primera vez en ropa civil, fuerte, sano y con la mirada baja, reconocía ella, que se encontraba pensando en todo.
Se dirigió a las duchas del hospital y en el baño,entre la espuma, agua y el jabón, dejó escurrir sus pensamientos, debía aceptar el hecho de que la historia entre ambos había llegado a su fin.
Cuando salía del hospital casi al final de las escaleras, le pareció ver a alguien con las mismas características de Juan Pablo Isaza, pensó en acercarse a saludar pero, no reconocía a quienes le acompañaban, así que supuso estaba equivocada. Les paso a un lado y siguió su camino.
Cuando de repente escucho pasos que se apresuraban hacia ella y antes de girar, unos brazos la levantaron del suelo entre risas seguidas de una carcajada que difícilmente podría olvidar.
Al momento en el que los brazos la devolvieron al suelo, notó que quien la había levantado con tanta facilidad no era, ni más ni menos que Martín Vargas...
Pero vaya que uno diferente, su característica cabellera larga ya no estaba, y en su lugar encontró un corte muy prolijo que destacaba los rasgos de su rostro, Evangie, si bien nunca lo había visto con otros ojos, ese cambio de look le estaba haciendo cambiar incluso de parecer. Internamente se rió de sí misma por aquello, debido a que tenía conocimiento de que Marto estaba en una relación, con algunos problemas según él mismo le contó, pero en fin soltero no era.
De prisa se acercó, Simón, a saludarle y abrazarla, se percató de que al igual que su hermano había cambiado, su cambio de look también era extremo, se había rapado casi todo el cabello aunque su pelo parecía crecer con rápidez.
Por último, el chico del sombrero, que la abrazó por tanto tiempo que ella esperó a que él la soltara primero, para deshacer el abrazo.
