Más que una semidiosa y bruja (S&B3)

Capítulo 7.

Capítulo 7. Andy podría matar a Narcissa. Pero ella no lo hizo.

Aquella tal vez sería su última cena en buenos estados. Julie pasaba alrededor de ella intentando cumplir todos sus caprichos.

Tuvo que llevarse a Alex y Apolo a su casa, y a la mañana siguiente usarían a Doris (Quien Nico trajo del inframundo, donde había estado todo ese tiempo) los llevaría hasta México, de allí en adelante iban solos, porque por alguna razón Hades no estaba dispuesto a que esa perrita esté muy lejos de él tanto tiempo (Mira, el dios de la muerte se ha encariñado)

Alex estaba maravillado con todas las armas que tenía la familia Greengrass en el sótano... De su sótano.

—¿Me dejas volver a esa maravillosa habitación? —Pregunta con los ojos brillantes —. Libros y armas... Me casaría contigo sólo por vivir aquí.

Cerró la boca ante las dos miradas asesinas que se le dirigian.

—Estoy bromeando, no eres mi tipo.

Bajó la vista a su comida y se metió a la boca un gran pedazo de ésta.

—Tampoco es que tu seas el mío —Murmura por lo bajo jugando con su comida —. No me gustan los sabelotodo.

Alex abrió la boca ofendido. Apolo aplaudió.

—¡Exacto! A ella le gustan los chicos como... —Comenzó el dios mientras se señalaba a si mismo sacando pecho.

—Tampoco me gustan los idiotas.

Su pecho se desinfló. Hizo un puchero mirándola. Julie apareció junto a Andy y le tiro de su remera para llamar su atención.

—¿Si? —Era a la única a quien le hablaba de buena forma en mucho tiempo.

La pequeña elfo tenía los ojos muy abiertos mirándole con cierto miedo.

—Hay una visitante señorita. Llegó por red flú... Está buscándola a usted. Julie intento detenerla, pero...

—¿Quién es? —Se levantó dejando a un lado su tenedor—. ¿La tía Daphne?

—Casi.

Todos miraron a la puerta del comedor. Narcissa Malfoy estaba erguida y le miraba con su usual superioridad. Aunque tenía marcas de arañazos en la cara.

—Scorpius no está, y no creo que quiera verte —Volvio a tomar su tenedor y le señaló con él —. Yo tampoco, ¿De dónde sacaste la valentía para ir directo a tu muerte?

—Quiero decirte algo.

Alex tan sólo las miraba simultáneamente y pensaba Si la mata que no me salpique la sangre.

Apolo le dio un codazo y le murmuró:

—Deberías calmar la situación.

—¿Por qué no lo haces tú? —Masculla frunciendo el ceño—. Tranquiliza a tu "amada"

—Te lo estoy ordenando, mortal.

—Tú también eres un mortal ahora.

—Chist —Le da un golpe en la mano.

—¡A mi no me chitas!... Rubio tonto.

Le devolvió el golpe.

—¡No soy tonto! ¡Soy muy inteligente!

—¿2×2?

—¡Yo manejo una 4×4! ¡Bam! —Dice como todo un torpe ganador.

Se escuchó una risita y dejaron de discutir, viendo que estaban levantados y señalándose a la cara. Andrómeda ya estaba encima de Narcissa riendo.