Sora miró a Taichi de arriba a bajo, elevó una ceja y luego, como una madre que intuye que su hijo le esconde un secreto preguntó.
—¿Qué ha sucedido?Tai dio un paso atrás, estaba a punto de salir rumbo al foro de grabación, hoy tiene agendado varios espacios para las fotos de los personajes secundarios, así que debe irse.
—Nada —responde deseando que su actitud sea lo suficientemente serena para que lo deje ir.
—Tai —nombra ella mientras sus manos en puños se acomodan en su cintura, y es entonces que al publicista no le queda de otra que dejar ir un suspiro, colocar nuevamente su chaqueta sobre el respaldo del sofá y responder.
—Yo no me meto en tu vida privada. Sora le sonríe con ternura, cierto, Tai le ha dado completa libertad para hacer lo que desee, desde siempre. Pero ella cree ser su mejor amiga, y como tal lo conoce y se preocupa por él.
Las cosas han cambiado, hace año y medio ellos fingían ser una pareja, y aunque el amor y la dedicación que se prodigaban entre ellos y a Yoshino, eran reales, sabían que algún día eso tendría que terminar. Un final que llegó de manera prematura cuando Tai se enamoró de Yamato, y que desquebrajo su mundo cuando este último rompió su corazón, y luego todo termino por irse al demonio cuando Kari y Koushiro averiguaron de donde había venido en primer lugar la foto que hizo a Matt buscarlos a Yoshino y a ella. Fue un tanto desconcertante descubrir que fue el mismo médico que atendió a Sora cuando nació Yoshino, el mismo al que Tai y ella consideraban un amigo. Joe Kido. Un buen hombre cuya intensión nunca fue causar problemas, él solo pensó que era un capítulo de la vida de Sora que llevaba demasiado tiempo sin resolución y debía cerrarse, de la misma forma en que Taichi necesitaba dar un paso fuera de esa área de seguridad para poder encontrarse a él mismo.
Tal vez había ido un poco demasiado lejos, y el pobre hombre vivió con angustia mucho tiempo mientras esperaba que la verdad fuera revelada, sin embargo, tanto Sora como Tai no estaban molestos, de hecho, Sora le agradecía haber acabado con un remordimiento secreto al haberle ocultado a Yamato la existencia de Yoshino. Si hubiera sido por ella, quizás jamás hubiera encontrado el valor para decírselo, y jugar a la casita con Tai en algún momento ya no seria suficiente. Además ¿qué pasaría con Taichi?
No, sin duda el que Matt se enterrara estremeció su mundo, pero Sora se atrevería a pensar que para mejorar. Pues si bien el romance entre Tai y Matt no prospero, ahora él estaba con Michael, Yoshino en su pequeña mente había hecho calzar las piezas y entendía, hasta donde todo niño de seis años puede, que su padre lo amaba, pero ahora tenía un amigo muy cariñoso que también lo amaba.
Y tal vez la razón de eso es que Tai y Sora siempre durmieron separados. Los besos entre ellos fueron contados y siempre dados con toda la castidad de una amistad.
—No te estoy pidiendo explicaciones, —dijo ella al fin con un resoplido molesto. —Estamos planeando un futuro nuevo y pisando terreno inestable. Me gustaría que confiaras en mí. Que me contaras como un apoyo.
—Entiendo eso... es sólo que...
Y viendo que tal vez debía darle un empujón mayor, Sora decidió que comenzaría por un tema mucho más seguro.
—Sabes, estoy considerando darle una oportunidad a Joe, creo que te lo comente, me pidió una cita. Y tú... bueno, creo que Michael esta más que dispuesto a llevarte a vivir con él.
—Aun no hemos hablado de eso.
—Pero supongo es el siguiente paso más lógico a dar. Hemos avanzado mucho, y...
—Matt es el coprotagonista de Michael —soltó sin poder ocultarlo más, algo dentro se removía inquieto de solo mencionarlo.
—¿Qué? ¿Cómo es que? —cuestiono Sora, la noticia si que la había tomado por sorpresa. —Yo que sé. Simplemente ayer lo vi y... —y con poco recato tiro de sus cabellos castaños en una muestra de desesperación. —Rayos, lucia increíble. Debería ser ilegal ser tan condenadamente sexy.

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KARMA
Fiksi Penggemar"Las decisiones tomadas, ya sean malas o buenas, te siguen para siempre y afectan a todos en su camino de una forma u otra". J. E. B. Spredemann.