Cuando Koushiro corto la llamada se dejo caer sobre el respaldo de su silla. Había estado trabajando durante casi una semana desde que supo de la existencia de Yamato Ishida en la vida de Tai. Algo en todo el asunto le olía mal, y estaba en lo cierto. La cuestión se volvió apremiante cuando el rumor comenzó a hacerse eco en diferentes redes sociales, tanto que hasta sus empleados hablaban de ello, y de hecho así fue como se enteró.
Busco por toda la web, tenía que haber un rastro que seguir, y lo encontró con el nombre de Ken Ichijouji, su propio contacto en la policía y él cual trabajaba a tiempo parcial como investigador privado. Rayos, su reputación era bien conocida hablando profesionalmente, sin embargo, eso no impidió que sintiera cierto odio hacia él cuando llamo a Kari y ella reconoció de inmediato el nombre del detective.
Pero por ahora ya no había más que hacer que rezar a todos los Dioses habidos y por haber para que hubiera actuado a tiempo y evitar un desenlace funesto, aunque eso no iba a evitar que Taichi y Yoshino se vieran afectados.
Koushiro rechino los dientes al tiempo en que se ponía a trabajar de nuevo porque tenía entre manos un contrato al cual no podía faltar, y sin embargo cada cierto tiempo debía retroceder porque cometía demasiados errores, su preocupación estaba haciendo mella en su desempeño.
Aun así se forzó a poner mayor atención y contino tecleando sobre la computadora mientras se repetía una y otra vez que hizo lo que estaba en sus manos, que ahora todo saldría bien.
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Sora tiró de la mano de Taichi para que caminara más rápido. Su cabello pelirrojo que le caía hasta la mitad de la espalda se movía siguiendo su frenético paso y el publicista lo único que deseaba era que ella se detuviera.
Después de la confesión de Taichi, Sora pareció tan consternada que sinceramente Tai considero llamar al doctor Joe por si ella sufría un ataque. No fue necesario, unos minutos después ella reacciono solo para preguntar si estaba seguro de lo que estaba diciendo.
Taichi se mordió el labio inferior y afirmo.
Fue entonces cuando Sora pareció tomar una decisión. Llamo por teléfono a la niñera recurrente de Yoshino para avisarle que la necesitaba con urgencia. La chica de apenas unos quince años se presento casi de inmediato en puerta porque vivía en uno de los pisos del edificio y porque Sora menciono pago triple.
Luego sin infórmale nada a Tai tomo sus abrigos y lo saco de ahí, le ordeno subir al auto y condujo sin pronunciar una sola palabra.
En algún punto Taichi intento entablar conversación, sin embargo, ella se negó a decir una sola palabra, y el gesto en su rostro era uno que Tai no había visto nunca. No parecía enojada, herida o triste, pero la tensión en sus hombros y el rechinar del cuero del volante entre sus manos le hizo pensar que quizás estaba aguantando todas sus emociones dentro de ella para no explotar.
No tardaron en llegar al edificio de Yamato, y Taichi casi jadeo de la impresión cuando el auto se deslizo por la rampa al estacionamiento.
—Sora —gimió Taichi.
Pero ella no escucho, aparco el auto y bajo aprisa, y cuando sintió que él no caminaba con el mismo apremio fue cuando tomó su mano. Así que ahí estaban, caminando a paso rápido hacia el departamento de Yamato Ishida.
—Sora —volvió a llamar con la esperanza de sacarla de ese trance psicópata en el que parecía haberse sumergido y cuyo único objetivo era encontrar a Matt.
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KARMA
Fiksi Penggemar"Las decisiones tomadas, ya sean malas o buenas, te siguen para siempre y afectan a todos en su camino de una forma u otra". J. E. B. Spredemann.