Capítulo 9

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Los días pasaban y la actitud de Chris se volvía cortante y fría.

De tristeza comenzó a sentir rabia, era imposible que su novio fuera un insensible que no se preocupara por él.

Pero al parecer lo "imposible" se estaba cumpliendo.

De a poco perdía esa pequeña esperanza de formar la vida que siempre soñó con la persona que supuestamente era el amor de su vida.

Ya hasta dudaba del amor de Erick hacia él...pero ¿será que él también duda de su amor hacia Erick?

no lo veía así, a pesar de que la estaba pasando mal por "su culpa" lo seguía amando como lo ha hecho a lo largo de toda su relación.

Pero una muy pequeña duda empezaba a surgir dentro de él.

Se ha relacionado mucho más con Sebastián y sin contar que lo tiene secuestrado, es una buena persona. El chico a pesar de todo mostraba preocupación por él.

No sabía como tomar eso, algo en su cerebro le decía que ese chico tenía planeado algo más allá y por eso los tratos. Pero a la vez alcanzaba a pensar que no era así.

Era una confusión inmensa la que generaba toda esta situación.

A su vez se ha soltado de a poco con Sebas y ha tenido la confianza de desahogarse con él. No lo hacía 100% por gusto, pero a veces se sentía tan ahogado con todos sus pensamientos que veía mejor sacar todo, ya sea en palabras o en lágrimas, a guardarse las cosas e ir matándose internamente.

(...)

Un día Chris estaba en la cocina preparando algo de comer ya que estaba solo. Pocas veces, por no decir que nunca, lo hacía ya que Sebas no lo dejaba acercarse a la cocina siquiera.

Era como una paranoia que tenía el chico la cual Chris no entendía. Osea, a lo mucho te salta aceite o te quemas por tocar un sartén hirviendo, eso le pasa a cualquiera.

Además, Chris tenía muy buen manejo en la cocina, casi siempre cocinaba cuando salía temprano, le gustaba esperar a Erick y comer junto a él. No le gustaba que después de un largo día su bebé hiciera más esfuerzos.

su bebé

Los recuerdos que antes le sacaban esa hermosa sonrisa que tenía ahora le dolían en lo más profundo. Ya no los veía como antes.

Una lágrima recorrió su mejilla ante la situación.

-qué haces Christopher? -la voz de Sebastián lo sacó de sus pensamientos haciendo que rápidamente se secara aquella lágrima

-y-yo solo quería...

- ¡nada! Te he dicho que no te quiero en la cocina -dijo con evidente molestia

-no entiendo cual es tu maldito problema, ¿qué te afecta que yo esté aquí metido?

-no quiero que estés aquí y punto, estás en MI CASA ¿así de pendejo eres que no entiendes semejante estupidez?

-a mí me respetas- lo empujó- te recuerdo que no estoy aquí por gusto, TU me trajiste a la fuerza

-eso no tiene nada que ver, si yo digo que no te metas a la cocina no lo haces

- ¡me tienes harto! - estrelló un vaso de vidrio contra la pared y pasó por su lado con un empujón bastante fuerte para ir a su habitación

Al llegar cerró de un portazo y se dejó caer en el suelo llorando.

Estaba harto, nadie se tomaba el trabajo de entenderlo, nadie se preocupaba por él, nadie lo amaba.

La soledad lo estaba afectando más de la cuenta.

Quería sentir el apoyo de alguien, que ese alguien le dijera que todo iba a estar bien y podría vivir tranquilo.

Pero esa opción por ahora estaba un poco lejos.

Estaba sentado en el piso con su cabeza apoyada en sus piernas mientras lloraba cuando escuchó el toque de la puerta

-lindo podemos hablar?

-ahora si me llamas lindo? Lárgate

-yo solo quiero...

-yo no quiero nada con respecto a ti, lárgate, última vez que te lo digo

Luego de unos segundos no se escuchó nada, lo que hizo suponer a Chris que el chico ya se había ido.

Se puso de pie para dirigirse al baño y darse una ducha.

Al encender la luz se miró al espejo con pena. Su cara lo decía todo.

-qué te pasa Chris, tú no eres así- una lágrima resbaló por su mejilla- este no eres tú

Venganza Prometida || ChrisErickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora