║Aℓ σтRσ ℓα∂σ ∂єℓ мυRσ║

18

Al terminar las clases guardaron sus cosas muy rápido,  Belice se atrasó un poco, pero al salir del aula vio a su amigo parado esperándolo. Uruguay se le acercó y le tocó el hombro, lo dejó confundido por unos segundos, pero entendió al ver al del sol correr por el pasillo después de gritar "¡CARRERA!"

Los niños reían a la par mientras corrían por los cortos y no tan anchos pasillos de aquella pequeña escuela. Al llegar al portón de entrada se frenaron , Uruguay ganó.

_¡No es justo! ya habías empezado a correr cuando me avisaste_ exclamó Belice señalandolo.

_Una victoria es una victoria_ le respondió mientras sonreía y levantaba los hombros al mismo tiempo.

Salió Polonia por el portón y los llamó,  les dio la dirección y les indicó más o menos como llegar a aquella casa, no le entendieron nada, pero cuando le quisieron preguntar si se los podía repetir, el chico ya se había ido corriendo y se había acercado a sus amigos.

Se quedaron parados sin saber que hacer

_A ver, primero dijo que teníamos que hacer tres cuadras recto y...

_No le entendí.

_Yo tampoco, pero creo que deberíamos ir preguntando por ahí.

_Si, hagamos primero las tres cuadras y vemos

Y así, los dos caminaron las tres dichas cuadras, adentrándose en lo que quizás sea una nueva aventura... o quizás no.
Porque al llegar casi al final de la tercer calle termina el pueblo,  y se podía divisar una pequeña casa, humilde, con un patio bien cuidado, era la única casa por ahí, así que se propusieron tocar la puerta y preguntar si aquella era la calle 16, la que tanto buscaban.

Pero mientras más se adentraban en el jardín delantero,  lograron ver...  ¿huevos? huevos estrellados en las flores hermosas, que habían sido arruinadas por algún bromista.

Tocaron la puerta y esperaron unos minutos. Nadie les atendió así que dieron media vuelta y empezaron a cruzar el jardín de nuevo, hasta que una señora, de, más o menos 43 años se asomó por los floreados arbustos delanteros. Al ver toda esa mezcolanza de huevos y plantas frunció el ceño.

Al verlos a los dos ahí en medio de todo, se enfureció más todavía,  soltó las bolsas de las compras que llevaba en las dos manos y se les acercó gritando.

_¡¿USTEDES HICIERON ESTO?!

Les entro el pánico enseguida, y empezaron a gritar "No fuimos nosotros" repetidamente.

La señora no les hizo caso y se siguió acercando, hasta que se frenó de golpe dejando anonadados a los chicos, se habían escuchado unas risas provenientes de el bosque que quedaba a la derecha de la casucha.

Miraron los tres hacia esa dirección y vieron unos niños con cartones de huevos en las manos, que al ver que las miradas se dirigían hacia ellos se escondieron, pero se vio como corrían en dirección al centro del bosque.

La doña suspiró.

_¿Así que no fueron ustedes?

_N-no..._ le tembló la voz.

Y de un momento a otro se encontraban sentados tomando la chocolatada y charlando de lo más normal. La señora, de nombre Francia, era muy amable y simpática. Mientras tomaba su té, el uruguayo se acordó del porque estaban ahí.

_Señora...

_¿Si?

_¿Por donde se llega a la calle 16?

La europea ya sabía por dónde iba la cosa.

_La calle 16 es esta misma

_¿Usted es la bruja de la calle 16?

Se rió por lo bajo y asintió. Los amigos se miraron asombrados.

_Pero..._ habló Belice _no parece una bruja..

_La verdad no tengo idea de porque me llaman así... quizás es por mi cabello, puedo tenerlo despeinado pero eso no quiere decir que sea una bruja_ largó una risita

_Dicen que se volvió loca después de perder a su hijo en un accidente... _ el uruguayo se dio cuenta de que se había pasado de la raya cuando sintió un patadón de su amigo. La cara de la francesa cambió por completo.

_Si... quizás este loca..._ dijo melancólica.

_Lo lamento, no quise...

_No, esta bien, ¿ya se está haciendo tarde no? _ dijo mirando el atardecer por la ventana _deberían volver  a sus casas.

_¿Podemos regresar algún día?

_Claro_ les dijo sonriente