Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El celestino se despertó por unos golpes metálicos.
Miró hacia la rejilla y vió un palito que estaba metido, y se movía continuamente de arriba hacia abajo con la intención de hacer ruido.
_¿Can?_ dijo con desconfianza, cabía la posibilidad de que no sea él el que esté ahí.
Al decir esto el palito cayó para adentro de la pieza, el contrario lo había soltado.
_Argee, te despertaste.
El argento comenzó a reír, estaba feliz de que su amigo no lo haya abandonado, además, fue bastante gracioso ver lo que acababa de pasar
_Que raro verte a vos acá tan temprano...
_¿Temprano? Son las doce del mediodía...
El biceleste miró su reloj.
_Sí, pero dije que es temprano refiriéndome a que vos siempre venís como a la tardecita.
_Ah si... Estados Unidos... esta enfermo, y por eso vine a pasar todo el día contigo
_uh... que se mejore_ aunque ayer había estado enojado con él, no pudo evitar preocuparse.
_si. se lo diré_ se produjo un silencio que no duro mucho, puesto que el de hoja se acordó por lo que había ido _¡Ah! mira lo que traje, ¿puedes subir a mirar?
_Si ahí va, pará que ponga la silla y el banquito_ obviamente cuando Canadá se iba, desarmaba eso, por que si no seria muy evidente de lo que estaría pasando.
Se subió y miró por una de las rendijas de la rejilla, estaba ahí con un cuaderno y una cartuchera gigante, de seguro estaba llena de lápices, crayones y fibras de colores. Al verlo se emocionó mucho.
El Colorado posó su ojo en una rendijas y sonrió al ver la felicidad que se dibujaba en la cara de su amigo.
_¿Pasaran los lápices por aquí?
Interrogó mirando por la rendija.
_Si pudieron pasar nuestros dedos y una ramita calculo que sí.
Luego de unos segundos el albino vió como una hoja fina de papel era introducida a través de la rendija.
_Voy a tener que bajarme para dibujar acá arriba es imposible.
_No hay problema. Tu dime que colores quieres y yo te los paso.
_Dale
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
_¿Me pasás el celeste? _ dijo el argentino subido a su pila de muebles para poder hablar con su amigo.
_Si_ se escuchó un ruido de lápices chocando entre sí _ aquí tienes.
El del sol lo aceptó gustoso.
A veces, le daba miedo de que entrara España y los viera, pero luego se le pasaba. Sus padres solo entraban al sótano solo para dejarle comida, así que eso lo tranquilizaba.
_¡Terminé!
_Yo también, ¿que te parece si nos pasamos el dibujo para ver que hizo cada uno?
_Buena idea, pero con los ojos cerrados.
_Dale, pero yo cierro los ojos ya arriba, porque si no me mato.
El celeste trepó la pila y quedó frente a frente con Canadá, solo un muro los separaba, contaron hasta tres y se pasaron el dibujo al mismo tiempo, obviamente cada uno por una rendija diferente porque si no se chocarian.
Los dos se sorprendieron bastante al notar que habían dibujado lo mismo. Con la excepción de que el norteamericano había dibujado un fondo más detallado, mientras que el celeste lo había dejado blanco.
Se habían dibujado a ellos mismos tomados de las manos.
_este me lo quedo yo_ exclamó el sudamericano.
_Esta bien, yo me quedo este entonces.
No se les ocurrió mejor cosa que quedarse en silencio, y durante un rato no surgió tema de conversación.
_Che can...
_¿Que sucede?
_¿Querés que te cuente una historia?
_¡Claro que si!
_Dale, para que la busco.
Se escuchó un pitido y en menos de un segundo, los nervios y el miedo invadieron el cuerpo del argentino.
_oh no... ¿Argen? ¿Ese no es el sonido que te avisa que te traen la comida?
La respuesta que obtuvo fue un ruido de muebles. Y eso solo bastó para responder su pregunta. Ya que el de habla hispana estaba desarmando la pila de muebles.
_Escuchame... quiero que te quedes en completo silen---_ no pudo terminar porque Italia ingresó a su habitación.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
