║Aℓ σтRσ ℓα∂σ ∂єℓ мυRσ║

03

El bicolor se despertó, tenía un libro sobre su cara, seguramente el día anterior se había dormido leyendo. Como era de acostumbrarse, su reloj de muñeca sonó, después de eso de abrió la puerta y apareció España, dejó una taza y unas medialunas y se fue diciendo "buen provecho".

Subió y agarró la bandeja, bajó y se sentó en su escritorio a escribir una nueva historia mientras desayunaba. "La recluida Sarah".

Se comió sus ricas medialunas dulces y cuando término de escribir. Se bañó como todas las mañanas y se sentó en su cama, mirando a la nada y pensando en lo de ayer.

Se quedó sentado en el suelo y cuestionando que hacer, mientras se contradecia pensando si quería o no, que el otro volviera.

_hmm, ya se.

Agarró un banquito y lo puso abajo la rendija, esta, casi tocaba el techo por lo que no se podía llegar fácilmente a ella. Se paró arriba del banco, pero seguía sin poder llegar. Así que colocó la silla de su escritorio y arriba el banquito que anteriormente había puesto. Así finalmente pudo llegar, pero tenía que hacer malabares para no caerse y lastimarse.

Como ya era cerca del mediodía el sol estaba fuerte. Miró para afuera de golpe, y le empezaron a arder los ojos.

Se fue para atrás por impulso y se cayo, golpeandose la cola. Se paró y se fue hacía el baño con los ojos entrecerrados, se se los mojó, refregó, y se puso unos lentes de sol bastante oscuros, para poder mirar bien ahora.

Se quedó asombrado por como era el paisaje, tan bello. Se quedó atontado, encantado por la naturaleza, ya que, en sus 8 años de vida nunca se le ocurrió asomarse por el miedo a que lo descubrieran, pero ahora, era diferente,  aquel suceso del día anterior le había dado coraje.

Después de un rato se bajó ya que no podía estar mucho tiempo a la luz del Sol.

Luego de toda una tarde medio aburrida, el bicolor sintió pasos al otro lado del muro.

_¿Hola?_ escuchó un susurro _¡Soy yo! ¡Canadá!