¿Saben que es lo que pasa
cuando una brasileña intenta
enseñarle a bailar a un japonés?
Exacto.
Un completo ¡DESASTRE!
ADVERTENCIA: Toda la historia está
basada después del timeskip. Si
no deseas spoilearte no leas
está historia.
━15. UNO, DOS, UNO, DOS, ¡FINALMENTE, UNA DESPEDIDA MELANCOLICA!━
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Marzo llegó, y los recuerdos empezaban a aparecer en la cabeza de Verónica. Bailes, regaños, momentos divertidos, aquel beso en el balcón.
Estaba afuera de su casa, llevaba un bonito vestido sin mangas de color dorado. Estaba sentada en las escaleras de su casa mientras movía su pierna con ansiedad y veía la hora en su teléfono cada segundo.
Hinata se iría mañana. Ya no había marcha atrás.
El tiempo se había acabado.
Pedro le ayudó a organizar la sala de forma "romántica" según él, algo que hizo que se llevara un buen golpe y un gran regaño por parte de la bailarina. Al fin podía decir que su tobillo había mejorado. Los movimientos bruscos le provocaban una punzada, pero no era nada grave.
―― Maldición, ya son las 10 ―― Murmuró, nerviosa, preguntándose si el pelirrojo de verdad iba a llegar.
Llevó las manos a su rostro y suspiró.
―― Perdón por llegar tarde ―― La morena se exaltó y se levantó con rapidez. El aire se escapó de sus pulmones.
La camisa manga larga negra, con botones abiertos y mangas recogidas hasta los codos le quedaban tan bien a Hinata, marcando sus músculos, al igual que sus jeans ajustados que marcaban sus gruesas piernas, y su cabello hacia atrás con gel. En su mano traía un ramo de tulipanes morados, eran sus favoritos, era seguro que Pedro se lo hubiera dicho. Verónica se sonrojó, se veía tan guapo.
―― N-No te preocupes, me alegra que llegaras ―― Le dedicó una media sonrisa y sacudió un poco se vestido. Hinata se acercó a ella y besó su mejilla, dejándola estática y nerviosa.
―― Son para ti ―― Murmuró, sonriendo muy cerca de su rostro.
―― Yo... ay, g-gracias ―― Susurró, sonriendo y tomando las flores.
―― te ves realmente hermosa ―― Shoyo tomó una de sus manos y besó su dorso. Verónica pronto moriría si seguía así.
―― Y tú te ves muy guapo ―― Sonrió la morena.
Hinata no podía irse de Brasil sin volver a cenar junto con Verónica y Pedro, así que la semana pasada fueron a este evento, los tres fueron al mismo restaurante en el cual comieron la última vez. El ambiente estuvo tenso en primer momento por los enamorados, Pedro se encargó de lo demás lo cual es historia.
