¿Saben que es lo que pasa
cuando una brasileña intenta
enseñarle a bailar a un japonés?
Exacto.
Un completo ¡DESASTRE!
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━O5. UNO, DOS, UNO, DOS ¡ÉSE ALGUIEN QUÉ VIVE EN ÉL!━
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―― Bien, iniciemos por lo primero ―― Murmuró la crespa, frunciendo el ceño ―― Vamos de nuevo.
Una imagen devastadora era lo que reflejaba el moreno pelirrojo quien se sostenía de una barra de metal para bailar ballet. ―Esto era porque, entre las aficiones de baile de Verónica estaba el ballet.― Jadeaba casi sin poder respirar mientras estaba sudado y gotas de sudor caían por su rostro, brazos y músculos.
―― Agh, eres un debilucho ―― Gruñó la de orbes chocolate.
¿Cómo le explicaba que llevaba media hora tratando de bailar algo que nunca había visto en su vida, solo cuando recién llegó a Brasil y no estaba siendo del todo exitoso?
―― Venga, vamos, dijiste que no desaprovecharías esto ―― Una pequeña sonrisa se formó en los comisuras de Verónica que dejaron en shock al japonés.
Ella no solía sonreír.
La lluvia de fondo con algunos truenos y el ambiente frio que se conservaba en el estudio, no era nada comparado a lo que sentía Hinata. Por más frio que trajera la lluvia o por más ruidosos que fueron los truenos que caían del cielo, el chico estaba encerrado en una burbuja de calor y tensión muscular. Juraba sentir como aquel calor se expandía ante el pequeño gesto que le dedicaba la brasileña que lo dejaba con el corazón a mil.
―― Ya se lo que tienes... ―― Susurró Pedro, mirando fijo a Shoyo quien comía con tranquilidad.
―― ¿Tengo qué? ―― Preguntó el pelirrojo, metiéndose una cuchara de frijoles a la boca.
―― Empieza con "A" ―― Hinata no podía entender el tono de picardía en la voz de Pedro, confundiéndolo.
―― ¿Anemia? ―― Preguntó el pelirrojo, tragando.
―― No, sonso ―― Hinata lo volvió a mirar y ladeó su cabeza. Tomó un vaso de agua, esperando las palabras de su compañero ―― Amor.
Hinata escupió todo lo que traía su boca, avergonzado.
―― ¡Shoyo, me cayó en los ojos!
―― Oye, chino, ¿Estás ahí? ―― Hinata sacudió su cabeza al ver como Verónica lo veía extrañada y con el ceño fruncido.
―― A-Ah, ¡Sí!, ¡Gomen'nasai! ―― Se disculpó el pelirrojo, sonrojado.
