La Apuesta

S U E Ñ O

Corría por los pasillos de la torre a gran velocidad, su corazón estaba latiendo con fuerza, sentía que le faltaba más aire con cada paso que daba mientras que el viento chocaba con brusquedad en su rostro.

Se preguntó por un momento porque estaba corriendo, cuál era la necesidad de llevar a cabo aquella actividad que odiaba.

Su respuesta estaba del otro lado de los ventanales de la torre.

Una figura desconocida se movía en la misma dirección que el empresario había tomado, ahora el castaño entendió que estaba persiguiendo a esa cosa.

"Tony"

El nombrado paró abruptamente. Sus ojos miraron por todo el pasillo buscando el dueño de aquella voz desconocida pero lo único que pasó fue que aquella figura misteriosa que perseguía también se detuvo.

"Tony"

Fue ahí donde se dio cuenta que esa silueta era quien lo estaba llamando. Con paso decidido se dirigió hacia aquel extraño ser que lo esperaba pacientemente.

Cada pasó que daba la silueta empezaba a verse con más claridad.

"¡Tony!"

Sintió un escalofrío al reconocer la voz y antes de que pudiera descifrar qué era lo que estaba detrás de la ventana todo se oscureció.

—¡Tony! —Stark abrió los ojos de golpe encontrándose con el rostro de Steve muy cerca del suyo.

—¿Estoy soñando? —Pregunto adormilado. Steve suspiró aliviado y tomó asiento a lado de Tony.

—Siento decirte que estás en el mundo de los vivos aún —Comento divertido Steve. —Ya estábamos resignados a que no despertarías.

—¿Qué? —pregunta el castaño sentándose en su cama.

—Parecía que habías entrado en coma —Comenta Natasha quien estaba sentada del otro lado del edredón.

—Nat te dio la paliza de tu vida y tu ni enterado —Comenta Scott divertido desde la puerta de su habitación —Y yo ya estaba preparado para tirarte agua con hielos encima —Agrega señalando el balde que tenía en su mano.

—¿Qué hora es? —preguntó ignorando el comentario del pelirrojo.

—Medio día

—¡Medio día! —Exclamó escandalizado el castaño levantándose de su cama de un salto. —Porque no me despertaron antes.

—¿Disculpa? —Pregunta con indignación Lang —Estamos aquí desde hace 30 minutos intentando revivirte.

—No venimos antes porque queríamos que descansarás un poco más —intervino el rubio —Scott nos comentó que llegaste en la mañana.

—Si —Admite recordando el papeleo que hizo con Pepper la noche anterior—Llegué como a las 6...espera... ¿Qué hacías despierto a esa hora? —Se dirige al hombre hormiga.

—Corro por las mañanas —Respondió con obviedad el pelirrojo.

—¿Y desde cuándo te levantas temprano para correr? —Preguntó con una ceja arqueada. Conocía a Scott y el hombre era todo menos un atleta.

—Desde que el Cap me dijo que estaba gordo y me obligó a ponerme en forma —Su respuesta hace que Natasha soltará una risa sutil.

—No dije que estuviera gordo —Aclara el líder de los vengadores —Solo sugerí que deberías cuidar tu alimentación y llevar una vida más activa.

Tony soltó una carcajada ante eso.

Después de ese peculiar despertar los vengadores y Tony se dirigieron a la sala principal donde ya se encontraba Bruce trabajando en su portátil.