F R A G M E N T O S

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—Creo que es muy pronto —Expresa sin despegar la vista del camino. —Deberías estar descansando.

—Vamos Erik, ya estoy casi recuperado, mañana me quitan esto —señala el rubio su cuello donde se encontraba el collarín —El doctor no me prohibió salir, solo me dijo que evitara hacer movimientos bruscos.

—Tú lo dijiste casi —dice el castaño mirándolo de reojo. —Me sorprende que Nat y Bucky te dejaran venir.

—Saben lo importante que es esto para mí —responde desde el asiento del copiloto. —Y que hallaría la forma de escaparme y venir. —Su amigo asintió dándole la razón, cuando el soldado quería hacer algo no había poder humano que lo detuviera para no hacerlo.

Esa mañana Lehnsherr llamó a Rogers para preguntarle sobre su estado de salud y sobre otras cosas triviales, en medio de la conversación, el castaño le comentó a su amigo que iría a visitar a sus hijos, ya que, Emma le consiguió un permiso especial que fue autorizado por mismo Director de la institución. Al escucharlo, Steve le preguntó si podía acompañarlo, su ex vecino se había negado al principio, pero el soldado era insistente y persuasivo, así que después de varios intentos convenció a Erik de ser su acompañante.

—¿Matt está al tanto de esto? —Pregunta el hombre cuando ve una señal de alto —Tengo entendido que tu solicitud de adopción debe ser aceptada antes de ver a Peter y antes de enviar tu solicitud te debes someter a evaluaciones psicológicas y socioeconómicas y dudo que hubieras tenido el tiempo de hacerlas.

—Mi caso es diferente —se excusó el rubio —Los encuentros son cuando ninguna de las partes involucradas se conoce, para medir el nivel de compatibilidad que tienen los padres adoptivos con los niños, Peter y yo ya nos conocemos y tengo su consentimiento. Solo debo someterme a las evaluaciones y esperar a que acepten mi solicitud.

—¿Y si no lo aceptan?

—La van a aceptar —afirma con seguridad —¿Quién le diría que no al Capitán América?

—Rogers —finge estar escandalizado —Nunca creí que usarías tu cargo para sacar provecho de una situación.

—Siempre hay una primera vez para todo

—Dios, ¿Quién eres y qué hiciste con mi amigo?

Steve solo sonrió divertido.

En el transcurso del viaje hablaron de diferentes temas y anécdotas. Una de las cosas que le gustaba de su relación con Erik Lehnsherr era que podían hablar de cualquier cosa, siempre había tema de conversación y opiniones que dar. Creía que se debía a su manera de pensar tan distinta, sus posturas eran diferentes, lo que ocasionaba siempre un conflicto o una discusión, para ellos era normal tenerlas porque no compartían los mismos pensamientos e ideales, pero intentaban llegar a un acuerdo donde los dos estuvieran de acuerdo. Les parecía divertido molestar al otro y una manera de lograrlo era cuando tenían que admitir sus errores y decir que el otro tenía la razón respecto a un tema, como los dos eran igual de orgullosos, siempre para uno era un momento satisfactorio mientras que para el otro era una horrible humillación.

—Está alejado de la ciudad —comenta Erik admirando el paisaje boscoso que está frente a sus ojos —Que digo de la ciudad, de la civilización, no hay nada cerca, solo árboles y tierra.

—Así lo quiso Charles —dice Steve mirando los árboles que pasaban —Para evitar accidentes, ya que, la mayoría de los niños están aquí para aprender a controlar sus poderes, necesitan su espacio. También porque puede quedar descubierto su ubicación, su centro de operaciones

—¿Centro de operaciones?

—¿Emma no te lo dijo?

—¿Decirme qué?

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