—¿Quieres?
Jonah le ofreció de su paquete de papas fritas. Ya era media mañana y él tenía hambre, Marty también, así que él pensó que Cyrus también podría tener hambre. Pero no, el chico de ojos color miel, no podía darse el gusto de probar comida chatarra, porque según Thelonius no lo tenía permitido, y su bendita palabra era algo que se podía contradecir. Porque un TJ furioso no era algo que realmente le gustara. Él lo quería, claro que sí, pero una parte suya todavía le temía, como si en el fondo supiera que debía protegerse de su persona. Bonito síndrome de Estocolmo tenía, y presentía que unas cuantas sesiones de terapia no podrían arreglar su ya destrozada mente.
Vamos él no era del todo tonto, él sabía perfectamente que pese a todo lo que Amber había dicho para justificar lo que pasó, Thelonius había abusado de él, lo había violado. Su primera vez en el sexo había sido producto de una vil violación, es más, sabía que TJ había quedado encantado con aquel momento. En cada caricia, cada beso, cada palabra, sentía la escalofriante necesidad de Thelonius de volver a someterlo de aquella manera, lo veía incluso en sus ojos hambrientos de él. Pero también era verdad que Thelonius deseaba algo mucho más grande que someterlo nuevamente, lo deseaba a él, Thelonius Kippen, lo quería para él, y sabía que si volvía a buscar someterlo contra su voluntad en la cama, lo perdía y no, el basquetbolista no iba a permitirse aquello, por supuesto que no, y pobre de Cyrus si creía que alguna vez se podría escapar de él.
—Están buenas—alentó Jonah—pruébalas.
Pero no, aunque no fuese así, sentía la mirada fija de TJ sobre su nuca, él podría bien desobedecer pero no quería hacerlo.
—Estoy bien así, pero gracias.
Le sonrió, y pocos segundos después quitó tal sonrisa, puesto que tampoco tenía permitido sonreír para alguien más, es más si de Thelonius dependiera, Cyrus ni siquiera respiraría el mismo oxígeno que otros.
.....
—Amber pensó que te gustaría.
Dijo Thelonius, mientras que con gran emoción ponía sobre la cama las bolsas de compras. Sí, quizás la rubia le había soltado una sugerencia al azar por mera diversión, pero el basquetbolista se había vuelto loco con la idea.
Cyrus observa con un deje de asombro, como Thelonius saca de una de las bolsas ropa interior de mujer, de un bonito encaje rosa.
El brillo en los ojos de TJ era tan evidente, que el chico judío intuyó que la idea de la rubia quizás lo había emocionado más de lo normal, ¿Tal vez en el fondo si se sentiría más a gusto si él fuese mujer? O quizás sólo estaba muy paranoico. Ya no sabía qué pensar, lo único que sí tenía claro era que ningún deseo de TJ le molestaba en lo absoluto, por supuesto que no.
Cyrus también vio un bonito conjunto femenino de color violeta, también de encaje por supuesto, y otro de color blanco, y uno de color negro. Thelonius de verdad se había emocionado comprando ropa interior para él, no había duda de ello, ninguna.
Thelonius de verdad esperaba que él usará todo aquello. Y Cyrus por supuesto que iba a darle gusto.
—Me gustan—TJ lo observó con un hambre poco usual. Thelonius quería tanto abusar de él, de nuevo, pero no lo haría. Él se tendría que contener.
Con sus fosas nasales dilatadas, le extendió el conjunto que quería que usará.
Cyrus toma el conjunto rosa, pero para su sorpresa, el basquetbolista, lo toma con fuerza de la muñeca, obligándolo involuntario a arrojar la prenda al suelo.
Siendo que Cyrus era un chico tan frágil y nada fuerte, era excesiva la fuerza con la que era sostenido, pero sin embargo, no hizo nada para defenderse, ¿Thelonius le haría daño? No lo sabía, pero verdaderamente tampoco le importaba si así era.
La mirada verde del basquetbolista, se volvió oscura. No tenía las mejores intenciones, era tan evidente.
Gimió de dolor, el agarre se había vuelto doloroso. Su muñeca dolía y mucho, hacía tiempo que no era sostenido con esa fuerza.
—Ponte el conjunto aquí—su voz era más dura—quiero verte.
—Está bien.
Todo estaba siempre bien cuando se trataba de él.
Con gran pesar por parte del otro fue liberado, entonces se desnudo por completo. Todo su cuerpo estaba lleno de marcas, que no eran visibles con ropa encima. Tenía grandes moretones, mordidas sobre los hombros y un sin fin de chupones. Todo èl era un desastre.
—¿Te molestan? —Preguntó, bajando por un momento la mirada, él estaba terriblemente excitado al ver el estado deplorable de aquel cuerpo, —las marcas, ¿Te molestan?
Aclaró al final, mientras Cyrus se colocaba la ropa interior rosa, quedando tan exquisito a la vista, que Thelonius realmente se planteó la descabellada idea de pedirle a Cyrus que se dejará abusar por él.
Cyrus se echó un vistazo por su propio cuerpo, observando las marcas de las que Thelonius hablaba.
—No me molestan—le sonrió—dijiste que me quedaban bien.
Y sólo por eso le gustaban.
.
TJ se bajó los pantalones junto al boxer, mostrándole a Cyrus lo dudo que estaba, todo por imaginarse cómo sería abusarlo de nuevo.
Su verga dolía. Tenía deseos tan sucios, y todos lo tenían al chico judío como protagonista.
—Ven—le llamó.
Entonces comenzó a masturbarse delante de Cyrus, para posteriormente dar rienda suelta a sus más bajos deseos.
—Chupa.
Estando de rodillas obedeció, y no pasó mucho, para que Thelonius, tomará su cabeza y hundiera su pene hasta su garganta. Era la gloria aquel instante.
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Muñeco de cristal
FanficPorque eso era Cyrus Goodman, un muñeco de cristal, con el cual a TJ le gustaba demasiado jugar...