XVI

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—Firme aquí, por favor.

Con una sonrisa que no denotaba más que gran felicidad, tomó la birome, que le era extendida, para que estuviera a su alcance, y firmó aquel acta legal que lo convertía oficialmente en el esposo de Thelonius Kippen. Todo lo que un día deseó, hoy se estaba volviendo realidad, y sólo tuvo que sacrificar su cordura y la vida de su inocente madre para que así fuese, pues no había tenido más alternativa después de que ella descubriera su verdadera relación con Thelonius, e intentará alejarlo de él.

Con sus ojos color miel brillando como nunca lo habían hecho antes, observa como su amado, firma también aquel papel, que lo hacía oficialmente suyo. No existía palabra que pudiera describir la gran dicha que sentía ¡Por fin todo se acomodaba en su lugar! ¡Por fin! Y aquella hermosa fantasía de cuento hubiera durado más de no se porque el efecto de la bendita droga dejó de hacer efecto en él, entonces despertó, y se descubrió en aquella horrible habitación de aquel viejo neuropsiquiatrico ¡Qué desagradable era a veces despertar! 
Hoy su padre no vendría  a verlo, pues estaba muy enfermo, y de su madre ni hablar, ella había muerto hacia tiempo atrás, Thelonius la había matado, ante los ojos del mismo Cyrus, pero ni aún así este se había alejado de él.

La única que aún estaba pendiente de él, era Amber, quién después de tantos años, sentía pena por haber arruinado la vida de ambos.

—Hoy, Thelonius, vendrá.

Le dijo,y Cyrus sonrió nervioso. Estaba feliz, sin embargo, Amber mentía, como había venido haciendo desde hace tiempo, porque Thelonius, había muerto trás intentar escapar de la policía después de matar a Leslie, pero ese era un recuerdo que Cyrus había borrado de su mente.

The End

Muñeco de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora