Leslie, sabía que su reciente separación de Norman, había afectado mucho más de lo esperado a su hijo, a pesar de que este ya era todo un adolescente, y aunque había intentado por todos los medios de evitarle aquel duro golpe de la separación, no había podido hacer mucho para evitar el gran dolor que causó en Cyrus. Y es que esperar hasta el último bendito momento para soltar toda la verdad sobre su relación con su ex esposo, no había sido la mejor de las decisiones, de hecho había sido lo más cruel que había hecho, admitia con gran pesar.
La abuela de Cyrus, por parte paterna, había muerto hacia muy poco realmente. Su hijo adoraba verdaderamente a aquella mujer que ahora ya no vería más, por poco y habría caído en una gran depresión después de su muerte, pero gracias a su intervención no había sido así, no obstante, su divorcio había echado a perder todo. Y el mundo de Cyrus se había terminado por romper. Y es que aunque no lo dijera, se creía el único causante de la separación de sus padres, algo que él no confesaría, verdad que sus padres no tendrían la oportunidad de negar y que por ende terminaría acabando con él.
Y para rematar, y muy a pesar de Leslie, el cambiar de ciudad había ayudado pero de una manera tan insignificante, que ni era evidente el cambio, porque el indagar en su propio hijo se había vuelto algo imposible. Ella ya no era su confidente. Ella ahora era sólo su madre y Cyrus había decidido tomar distancia de ella y verla como una mamá y ya no más como su amiga.
Norman, le había dicho que estaría bien, que su inusual comportamiento era a causa del mismo duelo que su hijo estaba afrontando por su separación. Ella creyó que su ex esposo tenía razón. Pero siendo ella psicóloga, le era difícil aceptar que quizás lo mejor era darle un tiempo, porque tal vez era lo único que necesitaba, ¿Pero y si no era así? ¿Y si su hijo necesitaba de ella? No se perdonaría volverle a fallar.
Se asesoro con Todd, uno de sus colegas de trabajo, y este le terminó diciendo lo mismo que Norman, y ella cedió, aún a pesar de todas sus dudas, entonces decidió que librería a su hijo de su constante apego hasta que él volviera a ella, después de todo se lo debía, por separarlo repentinamente de Norman, al cambiarse de cuidad.
Desayunó sola sin su hijo, pero estando tranquila sabiendo que estaría en casa de su amiga Amber.
Aquella rubia de orbes azules, era justo lo que su hijo necesitaba. Se veía tan segura de si misma, tan llena de vida, tan decidida a ir por lo que deseaba, que Leslie sólo deseó que le transmitiera tal ferviente seguridad a su adorado hijo.
Con tranquilidad tomó su celular y marcó al número de Cyrus, porque quería saludarlo después de que este pasará la noche en casa de su amiga. ¿Estaría bien? Estaba segura de que si.
Pero en lugar de que respondiera Cyrus, respondió la rubia de gran sonrisa. Amber era buena manipulando a la gente.
Amber, la saludó muy amablemente. Y es que en realidad ella era excesivamente amable con la gente que detestaba.
A la hermosa rubia, no le caía bien la mamá de Cyrus, era una mujer demasiado normal. A Amber no le gustaba la gente sana mentalmente, porque eran tan aburridas e insípidas.
—Hasta hace un momento estaba desayunando conmigo—dijo, y en verdad estaba mintiendo, ella no había visto a Cyrus esa mañana—ahora se está duchando, pero en cuanto se desocupe le pido que la llame.
—Está bien. Gracias.
Al oír estás palabras se despidió y colgó.
Tomó su taza de café y bebió de esta con tranquilidad, ¿Cyrus estaría bien? Thelonius a veces se le pasaba la mano con él. Era bueno que cualquier marca o moretón que dejara en él no fueran visibles a la vista, porque no quería tener que lidiar con aquel inconveniente. Cyrus era demasiado estúpido y podría terminar soltando todo.
Ya era hora de ir a la escuela. Terminaría llegando tarde, por culpa del idiota de Kippen. Era molesto.
Salió de su casa y fue hasta la casa de su vecino.
Golpeó una vez, no abrió, golpeó otra vez y no abrió, golpeó una tercera vez y tampoco abrió, entonces tuvo que meterse por la ventana trasera como si fuera una delincuente. Kippen se las pagaría luego.El idiota estaba durmiendo, abrazando a Cyrus, con su polla flácida aún dentro del chico judío, quién también dormía.
El papá de Thelonius lo castraria personalmente si viera en aquella reprobable situación. Y es que le gustaba la idea de que su hijo fuera todo un hombre, hecho y derecho.
Vió entonces a su reciente amigo, lleno de marcas en todo el cuerpo. Tenía grandes chupones muy marcados que demorarían en irse, sin contar el dolor que sentiría al despertar porque Thelonius no sabía ser suave. Era un verdadero desgraciado, razón por la que sus relaciones nunca prosperaron. Él no sabía ni quería ser bueno.
Pobre del chico que dormía a su lado.
…..—¿Quieres de mis papas? —Ofreció Jonah a Cyrus, después de notar lo pálido que este estaba.
Y es que no había desayunado, y la noche anterior no había cenado, sólo había estado boca a bajo en la cama de Thelonius todo el tiempo, mientras este se lo había follado sin descanso. Nunca parecía tener suficiente. Nunca.
Cyrus sonrió débilmente, tenía el estómago vacío pero no quería comer, entones rechazó la invitación.
Y los ojos de ambos se dirijieron al gran cartel que cargaba Andi, que era para apoyar a Buffy durante el partido de básquet, que se jugaría ese día en el polideportivo del colegio.
Buffy, era en verdad una gran jugadora, tan buena como para ser la única mujer en un equipo que sólo se componía de hombres, en donde ella era la escolta y Thelonius el capitán de dicho equipo. Y si, ambos se odiaban fervientemente.
—¿Él sólo parece malo o es en verdad malo?
Preguntó incrédula, Andi al entrar al polideportivo, y ver como Thelonius humillaba a uno de sus compañeros de equipo con comentarios realmente crueles, mientras que el entrenador fingia ver hacia otro lado. Era increíble como todos le temían.
—No finge, en verdad es cruel.
Dijo, Marty quién recién llegaba para ver el partido, del equipo del que no pudo ser parte, porque TJ así lo quiso.
Un escalofrío recorrio la columna de Cyrus, al oír las palabras de Marty.
ESTÁS LEYENDO
Muñeco de cristal
FanfictionPorque eso era Cyrus Goodman, un muñeco de cristal, con el cual a TJ le gustaba demasiado jugar...