Karime
Han pasado varios días desde que fui a casa de, Ariadne, y definitivamente fue un terrible error ir justamente con ella, seguro ahora debe estar preguntándose, por qué entre desesperada y me fui como una loca de su cuarto. La necesidad de que alguien me aconsejara qué hacer, fue lo que me impulsó a ir, pero obviamente no podía decirle la verdad. Soy consciente, que cuando todo salga a la luz, mi relación con ella se va a romper, no me va a perdonar tan fácil lo que le hice a su hermana.
Después de regresar de la casa de Ari, caí en cuenta, que estaba actuando de forma poco precavida y muy impulsiva. La impresión que había tenido al ver la foto, fue tal, que hasta olvidé que tenía una cita con Carlo esa noche.
Faltando un par de horas para la cita, las ganas de salir se me fueron por completo, así que, llamé a Carlo y me disculpe, le dije que no me encontraba bien después de la fiesta del Mall y que no podría ir a la exposición de arte. Él, me dijo que lo comprendía y que no había ningún problema, pero lo raro es que ya han pasado varios días y no tengo ni señales de humo de Carlo.
El lunar que tiene la hija de Carlo, no ha dejado de dar vueltas en mi cabeza en estos días, es demasiado sospechoso. Todas nosotras tenemos exactamente el mismo lunar, solo que en distintas partes del cuerpo. Yo lo tengo en el muslo izquierdo, Pauline, en el cuello, casi llegando a la clavícula, Ximena, a la altura del omóplato derecho y Ariadne, en la parte baja de la espalda, justo al centro. Mi hermano, Santiago, e Imanol, también lo tienen, es como una herencia familiar.
Creo que me estoy volviendo loca y que en cualquier momento voy a decirlo todo, pero sé, que debo pensar con la cabeza fría. Primero debo asegurarme de que mis sospechas sean ciertas, sino, terminaría delatándome sin ninguna razón, pero peor aún sería, que, Pauline, se enterara de todo y se llevará la desilusión de que la niña no es su hija. Es por ello, que debo actuar con bastante cautela, para no levantar sospechas.
Para averiguar la verdad, tenía que encontrar acceso a la información personal de la niña, pero eso solo les concierne a los padres. No sé, cómo voy hacer para sacarle esa información a Carlo. Por el poco tiempo que conversé con él, me di cuenta, que es una persona bastante reservada. Así que, sería mejor recurrir a alguien más ... pero a quién. En estos momentos es cuando desearía contarle todo a Ari y así sean dos cabezas las que piensen.
Enseguida recordé que, en la fiesta del Mall, Adrián, dijo que era el padrino de Ani, seguro debe saber si es adoptada o hija biológica. Pero, cómo preguntarle sin delatarme, me voy a volver loca. Si tan solo se lo pudiera contar, aunque sea a, Ximena, sentiría un poco de alivio y, además, seguro ella podría ayudarme con Adrián; sin embargo, no podía, sentía mucha vergüenza.
Ni modo, no me queda de otra que contratar a un profesional y confesarle mi pecado. Agarre mi laptop y entre en el internet, busque en las páginas más confiables, había varios nombres y referencias de casos que habían seguido. Hasta que encontré un nombre que se me hizo conocido, Samuel Velarde, ex oficial de la fuerza aérea e investigador privado, tenía varios casos resueltos y los comentarios eran bastante buenos, pero ese nombre, estoy segura que lo he escuchado antes.
No sé por qué, pero pese a mis dudas marqué su número en mi teléfono. Timbró tres veces y me contestó.
— Samuel Velarde, en que puedo servirle — dijo en un tono serio, pero amable
— Buenos días, encontré en internet que usted es investigador privada
— Así es, en que puedo ayudarla
— Bueno, tengo una situación bastante delicada, que no podría comentarle por teléfono, ¿hay la posibilidad de que se pueda reunir conmigo?
— Claro, le parece bien en un café, que se encuentra en el parque principal
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Ruleta de Amor
ChickLitLa vida es un juego, una ruleta y dependiendo la cantidad que apuestes ganarás menos o quizá más. No podemos predecir quién se llevará lo mejor de la jugada, pero siempre alguien saldrá perdiendo, eso es inevitable. Durante toda mi vida escuché a m...