El siguiente capítulo tiene contenido delicado, se recomienda discreción.
—————————————————————Pauline
" Mariano estaba tan ebrio, que ya comenzaba hablar cosas sin sentido, pero aún así seguía bebiendo. No sé cómo me convenció de venir.
Esa mañana llegó diciendo que ya no lo consentía como antes, me reclamó, que como él sí podía darse el tiempo de salir conmigo y mis primas y yo no podía hacer lo mismo con sus amigos. A regañadientes, acepté acompañarlo a una reunión en casa de sus amigos.
Cuando llegamos todo estaba tranquilo, los chicos estaban instalando el karaoke y las chicas estaban sirviendo la comida, que habían pedido por delivery. Me acerqué a la cocina a ayudarlas, de todas las novias de los amigos de Mariano solo conocía a una, Margory. Ella siempre fue muy amable conmigo, a diferencia del resto de novias.
Salimos a la sala con las bandejas de comida, ellos ya habían comenzado a beber y Jhon ya estaba pegado al micrófono, la verdad es que canta muy bien. Estaba cantando una canción bastante romántica y al mismo tiempo le coqueteaba de forma muy chistosa a Mariano, todos soltaron las risas y fue aún más hilarante cuando mi novio le comenzó a lanzar besos a Jhon.
La noche transcurrió así, pero comenzó a caer la madrugada y las otras novias se comenzaron a ir. La mayoría de ellas o trabajaba mañana o vivían con sus padres y no podían llegar tarde, así que se fueron retirando una a una. Yo me quedé porque de igual forma, Mariano y yo, ya estábamos viviendo juntos y no era necesario irnos cada uno por su lado.
Mariano ya estaba ebrio, me estiro la mano desde el sofá para que la sujetará, la tome y rápidamente me dio un tirón que me hizo caer entre risas en su regazo. Eso era lo que me gustaba de él, siempre hacía cosas impredecibles, que por más pequeñas que sean me llenaban el alma.
Me quedé sentada en su regazo mientras bebían. No sé en qué momento me quede dormida, solo sé que cuando desperté no era el regazo de Mariano el que me sostenía, estaba recostada en uno de los muebles.
Me levante con los ojos pesados, y ahí mismo, sentí que la presión se me bajó de golpe. La imagen que veían mis ojos, no concordaba con la que tenía de hace apenas un par de horas, donde los chicos conversaban y bebían tranquilamente.
Los chicos estaban con los ojos rojos, las fosas nasales irritadas y me percaté que habían unas cuantas jeringas en la mesita. Me levanté de un salto, busque a Mariano y lo vi sentado en uno de los muebles, estaba con los ojos abiertos, pero totalmente ido. Trate de moverlo para que regresara en sí, pero no me respondía, solo me miraba.
Me acerqué a Jhon, quería pedirle que por favor me prestara su teléfono para llamar a un taxi, ya que para mi mala suerte, mi teléfono estaba muerto y el de Mariano a saber en dónde estaría.
— Jhon, me prestarías tu teléfono para llamar a un taxi — pregunté, me miraba de arriba a abajo con esos ojos rojos que todos tenían en este momento
— ¿Por qué tan rápido Pau? ... todavía podemos divertirnos entre nosotros, mientras Mariano descansa — dijo con la voz ronca, la cual me dio mala espina
— Ya es tarde y tengo cosas que hacer mañana — trate de excusarme
— Sabes Pau, eres tan linda, yo te vi primero, pero el pendejo de Mariano se me adelantó y él sabía que me interesabas ... supongo que es momento de cobrármelas —y con una media sonrisa se abalanzó hacia mi cuerpo
ESTÁS LEYENDO
Ruleta de Amor
ChickLitLa vida es un juego, una ruleta y dependiendo la cantidad que apuestes ganarás menos o quizá más. No podemos predecir quién se llevará lo mejor de la jugada, pero siempre alguien saldrá perdiendo, eso es inevitable. Durante toda mi vida escuché a m...