Capítulo 7

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Karime

Estaba nerviosa lo cual era raro, siempre trataba de que nada me afectara, pero este hombre era demasiado intimidante. Nos alejamos de Ximena y Adrián para ir al bar, estaba muy ansiosa por quedarme sola con él. Pasamos por el costado de muchas personas con vestidos sumamente elegantes. Mi elección de vestido había sido un modelo sencillo de color negro, pero adecuado para la ocasión, no me gustaba resaltar mucho.

— ¿Cuántos años tienes? — preguntó Carlo cuando estábamos llegando al bar

— Veintitrés — dije con una sonrisa

Nos sentamos en un par de bancas de cedro altas, se podía ver los diferentes licores carísimos tras la barra. El bar-tender estaba atendiendo a unas chicas, supongo que eran hijas de alguno de los tantos empresarios que asistieron, la mayoría de ellas solo venían para atrapar a chicos como mi hermano, es decir, chicos guapos y lo más importante herederos millonarios. Carlo le pasó la voz con la mano para que nos atendiera cuando acabase con ellas. Él, volteó y me miró de arriba a abajo, me dio una sonrisa y siguió hablando.

— Ahh, recuerdo cuando tenía tu edad, juventud divino tesoro — y me guiña un ojo

Yo sonreí — Pues tú aún no eres viejo, así que sigue aplicando para ti — le dije y él me devolvió la sonrisa

— Gracias, eres muy amable

El bar-tender por fin se desocupó y vino a nuestro encuentro, por supuesto que debido al tipo de evento, su vestimenta era elegante y la gracias con la que se acercó a nosotros demostraba que llevaba mucho tiempo atendiendo este tipo de eventos de lujo.

— Buenas noches, ¿Qué les sirvo? — dijo mientras nos daba una sonrisa

— A mi un whisky — dijo Carlo

— Tú, ¿Qué tomas? — me preguntó Carlo

Necesitaba soltarme, y el licor me ayudaría en eso, rebusqué en mi cabeza algo efectivo para no pensar mucho las cosas llegado el momento.

— Vodka — dije

El Bart-tender comenzó a servirnos, cuando se fue y nos dejó solos, Carlo voltio, me escudriño con esos hermosos ojos y se dispuso a hablar

— Se muy bien porque te acercaste a mí — dio un trago a su bebida — Víctor es mi mejor amigo y eso Ximena no lo sabe ... así que le comentó su plan a la persona menos indicada — y una media sonrisa apareció en su rostro

Yo al instante me puse roja, los ojos casi se me salen y por poco escupo el vodka que acababa de beber. Él soltó una carcajada al ver mi rostro y la vergüenza me invadió

— Tranquila — dijo con una sonrisa — para tu buena suerte, yo también quiero lo mismo que tú

— Ah, si ... y cómo ¿por qué razón? — pregunté

— Eduardo es una maldita espinilla en el trasero, me debe muchas y las venganzas son mejores cuando se comen frías — y una sonrisa malévola se reflejó en su cara — Pero a pesar de que estoy dispuesto a hacerlo quiero que esto sea más largo, que no sea un solo golpe ... quiero dar uno completo

— ¿A qué te refieres?

— Karime, ¿me harías el honor de ser mi novia formal? — preguntó, y yo me quedé sin palabras

Ruleta de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora