Karime
Ya había recibido un mensaje de Carlo, la exposición de arte de su prima sería a las ocho de la noche, apenas eran las cuatro y ya estaba como loca buscando qué ponerme.
Me estaba rompiendo la cabeza, probando vestido tras vestido, hasta que me rendí y procedí a llamar a la experta, y esa no era otra más que, Ariadne.
Afortunadamente me contestó el teléfono, con tanto trabajo en el nuevo Mall, casi ya no teníamos tiempo, estábamos esperando a que se normalizara el trabajo para poder reunirnos de nuevo.
Me recomendó un par de vestidos de los cuales le envié fotos, me dijo que color de zapatos usar y con qué accesorios combinarlo. Ya con todo listo, decidí darme un baño para relajarme, pero antes de entrar a la ducha me llego un mensaje de Carlo, junto con una foto.
La curiosidad me estaba matando, por lo que me apresuré a abrir el mensaje
"Ella, es la luz de mis ojos, la única que puede lograr que haga lo que sea y por la que sigo viviendo"
Deslice el mensaje hacia arriba y me choque con la imagen de una niña de seis años aproximadamente, era Ani. La niña era hermosa, con ojos color avellana y ese cabello castaño que cae por sus hombros en ondas. De tez blanca y con una sonrisa, que estoy segura había visto en otro lado. Sus rosadas mejillas demostraban lo inocente que es.
Baje un poco más la imagen y algo llamo mi atención de inmediato, un lunar, pero ese no era cualquier lunar y no era la primera vez que lo veía. Miré de nuevo el rostro de la niña y el miedo comenzó a recorrer mi cuerpo, me quedé paralizada, seguía sin entender cómo era posible. Definitivamente el destino y en mi caso el karma, al final siempre llega.
Quizá ya había llegado la hora de destapar esa gran mentira que fui obligada a callar, es lo más horrible que he consentido hacer en toda mi vida. El remordimiento nunca me ha dejado atrás el solo recordarlo me hacía sentir la peor culpa de toda mi vida
"Cuando Pauline me hablo para darle el encuentro en Tampa, después de haberse desaparecido por cuatro meses, no me la pensé ni dos veces y le dije que él fin de semana estaba ahí
Todavía seguía en el avión, esperando a que anunciaran que ya podíamos desembarcar. Sentada, la ansiedad y la emoción, por ver a Pau después de buen tiempo me embargó, y la ansiedad por bajar del maldito avión comenzaba a desesperarme
Cuando por fin nos dieron pase para bajarnos, salí apurada para poder recoger mi maleta lo más rápido posible. Ya con maleta en mano, salí a darle el encuentro a Pauline. Había muchos conductores y letreros escritos con nombres de distintas personas, a los que, supongo, debían recoger. No veía a Pau por ningún lado, así que la llamé.
— Pau ya llegué, ¿Dónde estás? — pregunté apenas me contestó
— Desde aquí te veo claramente — dijo y me pareció que estaba riendo
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Ruleta de Amor
ChickLitLa vida es un juego, una ruleta y dependiendo la cantidad que apuestes ganarás menos o quizá más. No podemos predecir quién se llevará lo mejor de la jugada, pero siempre alguien saldrá perdiendo, eso es inevitable. Durante toda mi vida escuché a m...