Capitulo VIII

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Fue una suerte haber ido por esa carretera, Lynn me había pedido ir al otro pueblo a comprar algunas cosas para nuestro bebé, ella es algo especial para elegir la decoración del cuarto, supongo que quiere que nuestro primer hijo tenga solo lo mejor.

Pero conducir 4 horas para comprar frazadas y cortinas, no me parece tan necesario.

Aunque ahora agradezco que lo hiciera, no quiero ni imaginar que le hubiera pasado a Waylon si no llegaba a pasar por ese lugar.

-tengo un botiquín debajo del asiento-le dije a Waylon, su amigo no dejaba de sangrar y se estaba poniendo algo pálido.

-gracias Blake- Waylon de inmediato saco la pequeña caja de metal, y comenzó a quitar la camisa de su compañero. - ¿te duele mucho? -

-tu toque me hace olvidar cualquier dolor Darling-dijo mientras besaba la mano de Waylon, fue tierno ver como mi amigo se sonrojaba.

Me hubiera gustado poder ayudarlos, pero debía concentrarme en manejar, quería volver a casa lo mas pronto posible, este hombre necesita un doctor.

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Mis manos temblaban conforme avanzaba la camioneta por el pueblo....

Esto...no...esto es una pesadilla, todo el lugar destruido, el humo, las ventanas y puertas rotas, la sangre en el piso.

Aun cuando ya es de tarde puedo notar lo signos de lucha en el piso, como si hubieran arrastrado a alguien por todo el camino.

Un enorme escalofrió lleno mi cuerpo, y no pude evitar mirar a la parte trasera de la camioneta, donde esa cosa yacía inmóvil.

-joder...-fue lo único que dijo Frank, mientras tomaba el ultimo sorbo de su wiski, temblando sin control mientras miraba al frente.

-debemos buscar...alguien...-

No sabia que decir o pensar, pero Trager fue más rápido que todos y comenzó a revisar de casa en casa, gritando con la esperanza de que alguien pudiera escucharle.

Pero conforme terminaba la calle, el ánimo de todos decayó, fuera de algunos miembros o la sangre, no había rastro de ningún sobreviviente.

-vayamos a la comisaria...necesitaremos conseguir algo para defendernos-fue lo único que se me ocurrió decir, necesitábamos un plan, algo a lo que aferrarnos para no sucumbir al miedo.

Y tener más armas parecía una buena opción en este momento.

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Waylon se aferraba con desesperación de mi brazo sano, ver su mirada aterrada y esos ojos llenos de lágrimas, era sumamente excitante.

De no estar este sujeto, estoy seguro que haría a Waylon mío en este sucio auto.

Pero ahora debía concentrarme en hacer que mi omega se sienta tranquilo, es mi deber como alfa procurar lo mejor para mi familia.

Y estoy mas que seguro que Waylon se convertirá en el futuro padre de mis hijos.

-tranquilo amor, todo estará bien-

- ¿Qué era esa cosa? -

-no pienses en eso ahora, necesito que te mantengas tranquilo...-

-pero Eddie-

Entre la nieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora