Capitulo XXII

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Mi nombre es Jessica Walker Park, tengo 20 años de edad y vivo con mis padres adoptivos.

Explicar mi vida es complicado, no sé por dónde comenzar.

Vivo en California con mis padres adoptivos, mi padre alfa Chris tiene un negocio de armas, se dedica a la cacería los fines de semana y es sobreprotector con nosotros.

Mi padre omega Waylon es escritor, no había podido leer sus libros hasta el año pasado, es muy difícil saber si esto es real.

Papá Waylon es una persona melancólica, de hecho, ambos lo son, creo que nunca los he visto besarse, solo se acurrucan en el pórtico y hablan por horas.

Como si curaran viejas heridas solos, y el resto del mundo no pudiera entenderlo.

Siempre supe que no eran mis padres biológicos, papá Waylon me conto sobre Lynn y Blake, sobre su vida en el pueblo del que eran originarios, y sobre lo mucho que me amaban.

Nunca me dijo sobre su muerte, o por qué ellos me habían adoptado.

Tampoco el nombre de su pueblo.

Todo eso era un misterio, uno muy doloroso para mis padres.

Pero entonces en mi cumpleaños 19 papá Waylon decidió hablarme de ellos.

Me conto toda una historia que parecía sacada de una película de terror, por días no podía creerlo, pero entonces me di cuenta de tantas cosas.

Papá Chris tiene esas enormes heridas en su rostro, como si un animal enorme lo hubiera rasguñado, además de su horrible cojera que le dificultaba estar de pie demasiado tiempo.

Siempre pensé que papá había tenido algún encuentro con un oso, jamás pregunte porque creo que papá se ve increíble, todos mis amigos piensan que se ve rudo, y que es un alfa admirable.

Pero ahora es doloroso saber todo lo que ellos pasaron.

Las muertes de sus amigos, de su familia, la perdida de su hogar y el como ellos dos terminaron juntos.

Papá Waylon siempre ha dicho que ama a papá Chris, que no concibe su vida sin él, porque es gracias a su alfa que el logro sobrevivir a toda esa locura.

Y aun así se siente tan culpable, porque Miles no puede compartir todos esos momentos junto a ellos.

Mis padres se casaron cuando tenia 4 años, una boda pequeña con el fin de poder adoptarme.

El señor Knoth organizo todo, y se mantuvo cerca de nosotros para asegurarse de que ninguno se transformara en una de esas cosas.

Ahora entiendo todos los exámenes, las veces que mis padres me pedían quedarme en casa las noches de luna llena.

Pensé que eran sobreprotectores, pero tenían sus motivos para serlo.

Ellos no querían que yo viviera el infierno que habían tenido que pasar.

Pero yo necesitaba ir a Mount Massive, quiero ver la tumba de mi madre y el lugar en que mi padre sacrifico su vida.

Y creo que llego el momento de hacerlo.

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Sabía que este día llegaría, que Jessica querría ver Mount Massive, y nosotros no la dejaremos sola.

Manejar hasta ese lugar es lo más difícil que he hecho en mi vida, mientras más nos acercamos los recuerdos son más claros.

Entre la nieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora