Capitulo IX

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  [Narrador omniciente] 

El comisionado estaba cruzando los pasillos confundido y temeroso por el plan que tenían Batman en mente y que no lo convencía del todo.

—Ah~...— Gordon se detuvo en seco frente de la puerta con la mano en la perilla antes de abrir.

Decido que seria su imaginación jugándole una mala jugada pero decidió preguntar antes si estaba todo bien adentro y que entraría. —Si todo bien comisionado yo me ocuparé de él—

El comisionado decidió creerle e incómodamente cerro los centímetros que había abierto de la puerta. Mientras tanto el Guasón estaba confundido su enemigo había pasado su mano por su pecho y mordido su cuello, lo cual sorprendentemente hizo que el Guasón soltase un suspiro que luego escucho Gordon a lo lejos.

—Que mierda te sucede, déjame en paz...o sino yo...— No podía completar la frase porque mentiría, no le gustaba eso no le estaba agradando por completo para el Guasón era molesto.

—Bueno entonces supongo que te rehabilitaras en una celda, o ¿prefieres estar en la celda conmigo?...— El Guasón se dio cuenta de que se estaba burlando de el y tenia el control sobre de el.

El Guasón estaba atrapado, sin salida, con dolor por todo el cuerpo y una necesidad de alejar a Batman de él pero aunque pudiese hacerlo con la aguja que guardo en su mano no lo hacia mientras Batman le desabrochaba el chaleco no lo hacia porque una parte de él decía que se arrepentiría si lo mataba, con eso en mente el Guasón no se dio cuenta de que ya estaba con la camisa y el chaleco desabrochados y los guantes fríos y suaves recorrían su pecho, el payaso asustado quiso recorrerse más hacia tras pero solo enderezó su espalda contra la pared y Batman solo se pego mas a él.

—Sabes eres un niño...un simple idiota confundido y que solo es un mostro que necesita aprender modales—

Esas palabras salieron de la boca de Batman mientras se alejaba del Guasón esta ya estaba con las esposas de el centro psiquiátrico y mientras todo se ordenaba en su cabeza.

—Solo eres un hombre que se viste de payaso como una excusa para ocasionar él caos, y nada más—

Y esas palabras quebraron al Guasón esas palabras lo regresaron a la realidad a la realidad de que esta solo...solo y que no importa lo que agá siempre estará solo, porque... ¿Quien querría estar con alguien como el?.

Luego de un tiempo el comisionado binó por él y lo llevaron a Arkam donde según Batman no duraría una semana, lo llevaron a una celda con otro prisionero lo sentaron en la banca ya que era una celda de espera y los dejaron solos, el Guasón aun con la ropa abierta y la cara pintada suspiró reprochándose a si mismo.

—Hey... — El compañero de celda quería entablar una conversación.

—......—

El Guasón no quería hablar, no quería hablar con nadie, ya no sonreirá en vez de una sonrisa era una mueca de enojo y tristeza.

—¡Oye!, te estoy hablando payaso— Él giro la cabeza para verlo. —¿Qué hiciste tu?— Al parecer este tipo era directo lo que dejo en neutro al Guasón.

Él solo lo miro y regresó su vista al frente, él otro prisionero se enojo y se acerco hacia él, ya estando un poco más cerca vio el chupete que tenia en el cuello y se rio.

—¿Y ella estaba buena?— Esa pregunta hizo que obtuviera toda la atención del Guasón.

—¿Perdón?— Dijo.

—Que si era linda la chica que te dejo ese regalito a ahí— Dijo señalando el cuello lo cual el Guasón comenzó a tocarse para ver si sentía algo fuera de lo usual.

El prisionero quería seguir hablando pero un guardia entró. —Engendro blanco ven es hora de quitarte esa ropa— Dijo enseñándole el traje de los reclusos.

—Oye me buscas luego—

El Guasón ni siquiera lo miro, no miraba a nadie en realidad solo observaba el suelo pensando, pensando en que se enredo a si mismo, el juego que jugó se le binó en su contra que todo eso fue su culpa y que terminar podrido en una celda era mejor que estar afuera en esa fabrica donde podría morir y nadie se daría cuenta hasta el próximo siglo.

Mientras tanto Bruce Wayne se estaba quitando el disfraz de Batman en la "Batí-cueva" como decían algunos niños mientras hablaban del tema, se sentó en su sofá y comenzó a leer un libro uno curioso y extraño pero prefirió eso a esperar con sus pensamientos a Alfred, le costaba entender porque seguía pensando en los labios del Guasón en esos labios tan suaves pero a la vez con cicatrices que hacían que tuviera una textura que de cierta forma le agradaban, justo estaba pensando en eso cuando Alfred entro.

—Buen día amo Bruce— Dijo apenas entro pero Bruce solo contesto con un saludo seco así que el mayordomo quería saber el porque de esa actitud y ese humor. —Amo bruce usted sabe que puede decirme lo que sea que le incomode—

Pero esas palabras no iba a sacar a Bruce de su trance.. Para Bruce ese trence era el Guasón, se preguntaba que aria con él. Mientras el Guasón estaba solo en esa habitación oscura con las manos desatadas y la cara sin pintura las cicatrices se veían perfectamente sin ningún rastro del maquillaje blanco que debía de tener pero ya estaba ahí en la ultima habitación de el manicomio, en una habitación donde había una cama y un escritorio y por donde había una ventana con seguridad de metal lo que hacia que fuese imposible de ver por fuera hacia dentro, pero aun con todos los lujos seguía pensando en él y en esas palabras, se recostó en la cama y se cubrió con las sabanas...aquellas palabras...


Solo eres un hombre que se viste de payaso como una excusa para ocasionar él caos, y nada más

  Solo eso 

Creiste que bromeaba (Batjokes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora