Capítulo 20: Amor platónico.

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Una semana había pasado desde que hablé con Ignacio, las cosas ya no eran tan incómodas. Todos estaban poniendo de su parte para hacer las cosas menos incómodas, aunque en parte se debe a que Alena esta embarazada y según su médico será un embarazo arriesgado. He hablado más con Anthony, siento que he formado un vínculo con el. Incluso me ha dejado cuidar de su hijo, y aunque nunca fui buena con los niños este ha logrado caerme bien al igual que la hermanita de Eric.

Todo lo que pienso o hago me lleva automáticamente al recordar a Eric, el esta atrapado en mi mente y es por eso que le pedí que nos viéramos. Necesito saber de que hablaba Bianca, y también porque quiero verlo.

Alena platicamente me ha obligado a salir de casa para tomar algo de sol ya que no salgo para ayudarla a ordenar y en la planeación de la cena de navidad, además de que Ed iba a ir a cuidarla ahora que están más unidos que nunca, antes no tenían etiqueta y ahora están comprometidos.

Es gracioso como la vida da vueltas.

Pero antes de ir a mi encuentro con Eric iba a ir a otro lugar, en la semana había descubierto más cosas sobre mis papás, si quiero estar lista para estar con alguien primero tengo que corta mis traumas desde la raíz, por eso iba a ir confrontar a Paulina Mendes.

Indirectamente Ignacio me dijo en donde la puedo encontrar, había estado en su lugar de trabajo sin saber que estaba cerca de mi madre, solo espero para que mi madre no sea la camarera.

No quiero ser hermana de Karina, me niego.

Así que aquí estoy sentada en una banca desde hace quince minutos, tratando de tener el valor suficiente para entrar a la cafetería a la que Eric me trajo. Conté hasta cinco mentalmente mente y me puse de pie, entre más rápido haga esto más rápido terminará esta pesadilla.

Cuando entre al lugar todos los pares de ojos se posaron en mi, el ruido de la campana que colgaba arriba lo había provocado, me aferre a la pequeña bolsa que colgaba en mi hombro y me dirigir a la barra donde tomé asiento en uno de los pocos lugares disponibles.

Esta de más decir que estoy muriendo por dentro, los nervios me están matando.

-¿Lista para ordenar?. -pregunto una chica rubia, nunca antes la había visto aquí por lo que supongo que es nueva.

-Si, me gustaría una malteada de fresa y hablar con una de las empleadas, su nombre es Paulina. -respondi rápidamente antes de arrepentirme, las palabras de Ignacio solo me hacen pensar que hacer esto tal vez es un error.

Se que era una adicta mentirosa, pero ahora lleva una vida tranquila, quizás podamos recuperar los años perdidos aunque tal vez me vaya a costar un poco al principio.

-En un momento. -dijo para luego dejarme a solas, estaba comenzando a sudar como un puerco a causa de los nervios.

Si en su momento pude fingir estar completamente enamorada de Eric, creo que puedo fingir cualquier cosa. Aunque bueno, puede que en realidad si me esté enamorando de él, planeo confesarlo esta tarde cuando nos veamos.

En menos de cinco minutos había traído mi malteada, también me aviso que Paulina vendría en un momento. ¡Dios! Estoy a nada de conocer a mi madre, estoy experimentando demasiadas emociones en este mes y en este preciso momento, solo espero con todas mis fuerzas que las cosas salgan bien. Había debatido mentalmente toda la noche, hay demasiadas probabilidades de que esto salga mal como las hay de que las cosas salgan bien.

Bae. [AP #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora