𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞 𝐡𝐨𝐦𝐞 *𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐀𝐔*

8

Sabrina

Está triste. Se ha quedado sin Cory y sin una de sus mejores amigas, Hermione nunca tiene tiempo de salir en las tardes y tampoco le dice el por qué; y Hannah ha estado rara desde hace algunas semanas. Lo que más sorprendida tiene a Sabrina Black es que ha visto como Ginny se sienta a la mesa de los perdedores por segundo día consecutivo, aquello le asusta porque su amiga nunca haría eso estando en sus cinco sentidos.

Recurre a la única persona que siempre la escucha. Entra al estudio de su padre y ahí está él, con su cabello negro y una arruga en medio de la frente que indica que está concentrado; no quisiera interrumpirlo, pero al final lo hace porque siente que todo en ella grita "¡Ayuda!".

Se sentó en la silla frente al escritorio y observó a su padre por casi un minuto, en completo silencio.

— Si me sigues viendo me desgasto — advirtió él con una risa asomándose en sus labios — ¿Qué te ocurre? — Pregunta esta vez con más seriedad para darle confianza a Sabrina.

— ¡Es que no lo entiendo papá! — Exclama frustrada — ¿La vida me odia? — Sirius Black deja escapar un suspiro y observa a su única hija con gesto dubitativo.

— ¿De qué hablas? — La observa. La platinada sabe que es la luz de su padre y que el hombre haría todo con tal de arreglar sus problemas.

— Va más allá de nuestra comprensión — admite con solemnidad — Ginny está enojada conmigo, Hermione está distante y Hannah igual — suspira algo triste, en realidad el asunto la confunde y deprime a la vez porque extraña su vida como era antes; extraña a Cory y a sus amigas, pero más que nada extraña saber que a pesar de todo contaba con sus amigas, ¿acaso era malo pensar así?

— ¿Y solo contigo? — Su padre deja lo que estaba haciendo en el computador y la observa. La chica toma aire y siente unas ganas de llorar inmensas.

— No, en general estamos alejadas — suspira, no entiende por qué su padre le pregunta aquello, pero sabe que no lo hace en vano así que se dispone a responder a todo lo que él quiera.

— Bueno, así es la preparatoria cariño. Mira, han sido amigas toda la vida y eso no se va de la noche a la mañana. Van a recuperar lo que sea que hayan perdido este tiempo — el hombre le da una sonrisa afable y eso la tranquiliza, pero hay una pequeña espina que le cala, justo en el corazón.

— ¿Y si se tratase de alguien más? Digo, si no fueran Ginny, Mione y Hannah — murmura después de pensárselo por un segundo, su padre la observa con detenimiento y finalmente asiente.

— Mira Brina, en asuntos de amor y amistad necesitas plantearte una sola cosa, ¿vale la pena seguir tratando? — La observa con atención, Sabrina no lo piensa ni un segundo cuando su mente ya grita la palabra "Si", pero ella finge pensárselo para no verse como una desesperada — No me lo digas, tranquila. Sólo ten en cuenta que, si tuviste que pensártelo mucho rato, tal vez no valga tanto la pena como creías — le dio un toque juguetón en la nariz y ella la arrugo — Las cosas que nos planteamos por amor siempre son importantes — asiente y ahí es donde ella lo entiende; se da cuenta de que su padre sabe que no se trata de sus amigas, sino de Cory Snape.