Historia 100000% con rolitas de mis hermosos 1D
Ginny Weasley es toda una reina, lo más reina que se puede ser en la escuela preparatoria.
Harry Potter vive en la casa de al lado y es un perdedor, tan perdedor como Ginny le recalca cada día.
Pero am...
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Harry
Al inicio todo es miel sobre hojuelas. La sonrisa de Harry es radiante y se vive en las nubes gracias a ella. Todo parece perfecto y nadie puede sacarlo de esa idea, hasta que Astoria mete sus narices en el asunto; Harry no sabe que sentir cuando escucha como Ginny lo niega por completo, ya no es dueño de sus acciones y solo piensa en las ganas que tiene de mandar todo al carajo.
Finalmente lo hace, reclama a Ginny y termina su relación con ella. Primero siente que es lo correcto porque está cansado de ser quien aguanta todo, pero es cuestión de minutos para que analice con detenimiento todo ¿Qué mierda ha hecho? Continua sus clases con la esperanza de toparse con la señorita, pero no sucede y escucha como Ron le comenta a Rolf que la chica se ha ido a casa. Todas sus esperanzas caen, ya no hay nada que pueda hacer ese día y no cree que deba hacer más por los siguientes. Así que nada más llegar a casa evita todo contacto con sus padres y su padrino, sube corriendo a su habitación y observa a la ventana de Ginny, la cortina está cerrada.
Se tira en la cama y no puede evitarlo, los recuerdos lo invaden de lleno y por un momento puede sentir que ella está con él. Tal vez si lo está, tal vez ambos piensen en lo mismo.
Harry/Ginny
Primero piensan en la primera "cita" oficial que tuvieron. Ginny está preciosa, con un abrigo color azul marino para protegerse del frío, esto a petición de Harry, quien no le ha dicho a donde van, pero conduce por las afueras de la ciudad.
Son casi las 7:30 de la tarde y ella se siente algo perdida, observa por la ventana todo el camino, están saliendo de Londres.
— ¿A dónde vamos? — Canturrea alargando la "o". Harry pone una mano en su pierna para indicarle que espere y Ginny hace un puchero.
— Ya estamos a nada — asiente. Es cierto, Harry conduce por otros diez o quince minutos hasta que se detiene en el lago; es precioso, el agua está cristalina, en esta se refleja la luz de los rayos del sol y las pequeñas colinas verdes se veían perfectamente iluminadas en diversos tonos de naranja que fácil podía pasar por dorado, era perfecto. — Ta-da — Harry extiende ambos brazos y exclama con sorpresa.
— ¿Qué hacemos aquí? — La sonrisa que tiene Ginny en el rostro es como de comercial, cualquier espectáculo se queda corto ante aquella sonrisa. — ¿Me trajiste a ver la puesta de sol? — Añade emocionada, parece una niña pequeña, pero eso a Harry no le importa en lo más mínimo, solo se fija en lo contenta que se ve la señorita.
— Así es — le pasa el brazo por los hombros para pegarla a él. Ginny es poco más bajita que él, recarga la mejilla en la coronilla de la chica.
— Es la cita perfecta — comenta segura, está absorta en la magia que la mezcla de colores le brinda.
— ¿Estamos en una cita? — Comenta Harry enarcando una ceja — No puse ropa de cita — reniega en broma y se señala la camiseta de My chemical romance que trae puesta, con un puchero.
