𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞 𝐡𝐨𝐦𝐞 *𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 𝐀𝐔*

14

Ginny

Cuando abre los ojos está sola en su habitación, está todo oscuro y hace un frío inusual; se ha quedado dormida y ha soñado con Harry.

— Ni siquiera en sueños me dejas tranquila — susurra para si misma, observa hacía su ventana casi por inercia, pero la luz del cuarto de Harry está apagada y ella ha dormido toda la tarde, no tiene ganas de hacer nada.

Nadie sabía de ellos, era el tesoro mejor guardado de Ginny, y ahora ni siquiera existía un "nosotros" entre ellos del que Ginny pudiese alardear. Lou duerme plácidamente a su lado, aún le parece una locura como ha conseguido ocultar un cachorro en su casa, supone que son ventajas de tener una casa enorme. Acaricia con cuidado el suave pelaje del cachorro que ni siquiera se inmuta, suelta unos ronquidos más que invitan a Ginny a volver a dormir, pero se obliga a sentarse en la cama cuando unos toques en su puerta interrumpen el silencio. — Soy yo, ¿Puedo? — La voz de Ron suena después, no debe ocultar a Lou y lo agradece porque no se cree ni capaz de moverse.

— Pasa — murmura, seguro se ve horrible. Ha llorado hasta quedarse dormida y despertó hace menos de diez minutos, ha de traer el rostro rojo y los ojos lagañosos, pero no le importa realmente. Su hermano entra con cuidado, volviendo a cerrar la puerta tras él y prende la luz — ¡Apágala, mis ojos! — Chilla tapándose la cara.

— Tranquila, Drácula — dice Ron con una sonrisa ladeada — No sé qué ocurre, pero me dijeron que no fuiste a las ultimas clases ni a la práctica de porristas, así que traje helado e intente hacer uno de esos pays de cereza que haces seguido — se obliga a si misma a sonreír, Ron es un sol, pero la mención de los pays de cereza le recuerda a Harry y se siente mal.

— No tenías por qué — Niega y se hace a un lado en la cama para hacerle hueco a Ron — Primero cierra la cortina, por favor —pide, su hermano asiente algo ido por la petición, pero lo hace y se sienta con ella.

— Claro que si, además saco beneficio de esto porque ni creas que vas a comer sola — bromea y la chica sonríe, lo hace de forma sincera porque su hermano se merece todas las sonrisas del mundo — Te quiero Ginn — comenta.

— También te quiero Ronnie — le responde con una risita y abre el bote de helado — Será mejor empezar porque tengo muchas penas que ahogar en helado — asiente, Ron le agrada porque no la bombardea con preguntas, simplemente le demuestra que su apoyo incondicional está ahí y le da la esperanza de que mañana será un nuevo día, mucho mejor.

...

Sus esperanzas de días mejores parecen irse al caño. Su semana avanza porque eso pasa aún y cuando sientes que tu vida se detuvo, todo a tu alrededor sigue avanzando; Harry y ella no se hablan, Ginny ya no se sienta más con los perdedores, de hecho, se inventa excusas para evitarlos y pasa sus almuerzos organizando las coreografías de la porra en los vestidores de las porristas.