Capitulo cuatro: Sentimientos florecientes.

137 8 2
                                    

Jack no podía ver bien, estaba algo borroso. También pudo oler algo dulzón en el aire, algo que jamás había olido y le gustaba. Podía sentir que estaba con alguien y esa persona le hablaba pero no podía escucharla bien. Trato de ver mejor y noto estaba en una especie de habitación blanca solo había una cama muy amplia y él estaba en ella. Cuando baja la mirada no podía creer lo que sus ojos veían. Era Cupido, tan hermosa, su rostro relucía por el rubor de sus mejilla y para mayor sorpresa estaba sobre Jack con su pecho descubierto.

-Por dios, ¿en qué momento tu...yo...nosotros?- Jack no podía formular alguna palabra, estaba desconcertado. Cerro los ojos por unos momentos, al abrirlos vio que el color de su cabello había cambiado ahora era de un color negrotan intenso como la noche mas oscura haciéndola contrastar en esa habitacion.

-¿¿QUE DEMONIOS?? V...VALETINE??- Jack no podía creer lo que ocurría, pero a pronunciar ese nombre la chica sonrió y recorrió el pecho de Jack con sus manos. Este se tensó de tan solo ver lo que ella hacía, nunca en su vida una mujer lo acaricio de esa manera. Pero no sentía su calor, quería sentirlo pero no podía.

Al quitar la mirada de sus manos se dio cuenta de que volvía a ser Cupido, Jack no lo soportaba más, quería besarla fuera quien fuera, Cupido o Valentine. No importaba ya. Solo quería sentir sus labios. 

 Poco a poco se acercaba, y cuando estaba a punto de besarla, despertó.

El guardian grito al despertar y miro a todos lados para encontrar a la chica, solo para darse cuenta de que estaba en su habitación, TODO fue un simple sueño.

-¿Pero qué diablos me pasa?- Se sentía muy raro, poso su mano sobre su frente y se dio cuenta de que estaba ¿Sudando?, el jamás lo había hecho y mucho menos siendo el espíritu del invierno. Luego fue recorriendo con su mirada su cuerpo para ver que estaba fuera de la normalidad.

-Esto debe ser una maldita broma- Se decía a si mismo todo avergonzado y molesto, Estaba duro por primera vez en su existencia.

Entro al baño y se desvistió muy molesto, definitivamente era un degenerado por tener ese tipo de sueños con alguien que acababa de conocer. Entro a la tina para tratar de calmarse.

-No puedo creer que esto me esté pasando, ni siquiera la conozco. Claro que es hermosa pero eso es todo- Empezó a debatir con el mismo.

-Definitivamente tengo que disculparme con ella o ellas apropiadamente- Se levantó decidido, se vistió y salió volando, pero ya después de volar un rato se dio cuenta de que no sabía a donde ir.

-¿Serás estúpido Jack Frost?- Se dijo a sí mismo, y cambio su rumbo hacia el taller de Norte

Al llegar al taller todos estaban muy ocupados como siempre, los yetis no paraban ni por un minuto mientras los duendes hacían de las suyas pero no vio a Norte por ningún lado.

-Hey ¿Sabes en donde esta Norte?- Le pregunto a uno de los yeti.

Entre rugidos le dijo dónde estaba, pero Jack no le entendía. El yeti trataba de comunicarse con él pero era en vano. Hasta que se dio por vencido y le señalo donde estaba Norte.

-Ah!! Conque está en su estudio, ¿Por qué no lo dijiste antes?- Y salió volando. El yeti solo pudo resoplar de frustracion.

-Norte necesito un favor muy grande-exclamo Jack entrando al estudio del Guardian.

-Jack muchacho, que bueno es verte y que raro que me pidas una favor- Le dijo Norte

-Lo sé, pero ninguno de los otros me querrá ayudar- Si les pedía ese favor lo más probable era que lo mataran.

El Origen de los Guardianes.Después de siglos, aun se puede amar.JackxOCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora