Capitulo Siete: volverse uno solo.

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  El beso fue tan largo que ya podia verse la luna alzandose con majestuosidad a travez del oscuro cielo.  Jack no considero lo que ella podría hacerle, sin embargo no le importo   Necesitaba esos labios algo en él le decía que debía poseerlos, ser el primero y el único que los probara.  Definitivamente haría cualquier cosa porque así fuera.

  Los dos espíritus se iban fundiendo más y más en ese beso,  Jack quedo sorprendido y maravillado al ver que  Valentine no opuso resistencia, en realidad ella atraía el cuerpo del albino al suyo más y más.  Sin pensarlo dos veces  Jack abandono sus labios para repartir besos por su cuello bajando por su clavícula dando ligeros mordiscos en ella.

  Valentine solo pudo soltar un gemido ahogado, era un mundo de sensaciones nuevas para ella.  Un calor interno recorría cada centímetro de su ser, la hacía sentir escalofríos, sudaba y su vista se nublaba. Producto de todo esto sentía un mar de emociones, ¿felicidad?, ¿Tristeza? ¿Confucion?, ella simplemente creía que estaba loca.

   Valentine podía ser uno de los espíritus del amor y saber teóricamente lo que es la pasión y la excitación de una mujer pero jamás pensó que se sintiera así. Era algo nuevo para ella.

   Jack simplemente estaba complacido de las reacciones positivas de la joven ante sus besos, era embriagador su cuerpo, su perfume. Pero él quería más, así que sin pensarlo levanto la camisa de tirantes de la joven, iba a acariciarla pero se detuvo en ese momento recordando algo importante.

-¿S...Sucede algo?-  Pregunto la joven entre jadeos.

-Está claro que quiero tocarte, pero todo lo que toco se congela y...-  Valentine lo interrumpió con una hermosa sonrisa, el simplemente amaba eso.

-Te enseñare la forma en que puedas hacerlo sin congelarme-

-¿Cómo?-  Pregunto con emoción.

-Solo debes querer hacerlo, quererlo a tal punto que puedas creer poder hacerlo sin lastimarme y simplemente podrás hacerlo-

-ok, no te entiendo nada-

-Es igual que con los niños.  Tienen una idea, la vuelven preciada y querida.  Tanto que pueden llegar a cumplir esa idea. ¿Acaso no me escuchaste cuando te lo explique?-  Regaño al albino.

-Si pero, ¿Crees que funcione?-  Miro incrédulo a la joven pero esta solo asintió.

  Valentine tomo la mano del Guardián y la coloque cerca de uno de sus senos, podía sentir el frio invernal que emanaba el joven.  También pudo notar que estaba muy nervioso no dejaba de temblar.

-Ahora quiero que tengas esa idea y quieras con todas tu fuerzas poder hacerla realidad-  Jack hizo caso, cerró los ojos un momento y cuando creyó estar listo coloco su mano en su seno. Pero ella emitió un quejido,  Jack abrió los ojos y con horror vio que había escarcha en su pecho.

-Por dios  Valentine lo lamento, no quise...-  Pero ella sonrió, haciéndolo callar una vez más.

-Es solo escarcha, pero esta fría. Quiero que lo intentes una vez más, Pero esta vez quiero que quieras, que ames esa idea mucho más-  De nuevo tomo la gélida mano de Frost y la posiciono.

  Jack estaba nervioso pero quería esto, quera sentir su calor, su piel. Nunca había deseado nada en su vida, ni ser visto por los niños se comparaba con esto.  El Guardián volvió a cerrar los ojos, pero esta vez sintió como un sentimiento reconfortante se vertían dentro de él, se sentía dichoso, feliz.   Esto lo hizo sonreír. Y de nuevo coloco su mano en la Joven. Sintió algo extraño en su mano, era algo húmedo, suave y ¿tibio?-  Con asombro abría los ojos, la estaba tocando y no la congelo.

El Origen de los Guardianes.Después de siglos, aun se puede amar.JackxOCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora