Capitulo seis: ¿Quieres?

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  Después de esa incómoda situación con los demás  Guardianes,  Jack se hallaba en el reino de  Valentine o  Cupido.  Eso lo tenía realmente confundido, definitivamente eran dos persona en un cuerpo.  Quería saber  ¿cómo es posible eso?, y de  ¿cómo terminaron siendo un espíritu?   Algún día esas preguntas serian respondidas, pero por ellas mismas.  El joven  Guardián tenía la esperanza de que algún día ellas confiaran en él lo suficiente como para compartir sus historias.  Y sin darse cuenta ya había llegado a la entrada principal.  Respiro hondo y entro.

  No importaba cuantas veces entrara a es salón.  Siempre quedaba deslumbrado. Busco con la mirada alguna señal de los jóvenes espíritus, pero nada.  Parecía que no estaban en casa.  Y de algún lugar salió la "mascota".  Jack dio un paso atrás, pues no sabía si lo atacaría, pero no fue así.

-O...oye, ¿no está  Valentine o  Cupido?-

   El gran felino negó con la cabeza,   Jack pensó que se volvía loco.- "El tigre me contesto"-   Pensó él.

-¿Podría esperarlas aquí?, no te ocasionare problemas-  Dijo  Jack algo sonrojado.

   Grahilo se acercó al albino y tomo con su hocico una de las mangas del  Guardián y tiraba de él.   Jack entendió que quería decir, así que lo siguió a donde fuera que lo llevase.   Después de subir las escaleras del salón caminaron por un pasillo, era de un color crema y había lámparas que iluminaban con una luz tenue, por alguna extraña razón, era un ambiente acogedor, al final de este había una puerta blanca y era grande. Con un gesto el tigre le indico al  Guardián que entrara.

  Este obedeció y quedo petrificado al entrar.  Era la misma habitación de sus sueños. Solo que esta vez pudo ver los muebles que habían ahi, una cómoda con un decorado muy fino y encima de ella habían frascos de cristal con lo que parecía ser perfumes, a un lado había un ventanal, el vidrio era de un ligero color rosa, que al ser iluminado le daba ese tomo al resto de la habitación.

  También había un espejo de cuerpo completo y el marco de este era también de cristal.  Dando vueltas por la habitación el albino se topó con la cama, la misma que en sus sueños.   De solo recordarlos se le subía la sangre al rostro.   Dejo su cayado a un lado y se sentó en ella para recobrar el aliento, pero al sentirse mareado se recostó en ella.   Pudo notar ese olor dulzón que le era familiar, pero este no lo dejaba pensar y se quedó sumido en la fragancia hasta quedar dormido.

   Al abrir los ojos pudo notar que pasaron un par de horas, el sol ya se estaba ocultando.

   Al estar un poco más lúcido noto que estaba a la mitad de la cama y que también estaba debajo de las sabanas, cosa que lo asusto un poco pues él no recordaba haberse acomodado así.  Salió de debajo de las sabanas y se sentó al borde de la cama, solo para darse cuenta que no tenía su polera.  Solo sus pantalones.

-Ok, esto me está asustando-  Jack no comprendía lo que ocurría.

  Pero al moverse pudo escuchar un quejido, volteo a ver que producía ese sonido y vio que a su lado había una melena de cabello oscuro que se movía en forma de queja por la incomodidad, era  Valentine. El Joven  Guardián por un momento dejo de respirar y trato de levantarse haciendo el mínimo movimiento para que ella no despertara, pero fue en vano.  Ella sintió que  Jack se movía mucho y volteo a ver que ocurría.

-¿Jack que ocurre? ¿Estas incomodo?-  Pregunto la Joven espíritu.

-N...no es eso....es solo que...yo-  Pero no consiguió articular otra palabra.  Valentine, al sentarse en la cama, su sabana se desprendió de ella revelando que no tenía ropa alguna.

-¡¡¡OH POR DIOS!!!- Y de la impresión el albino cayó de espaldas desde la cama.

-¿Jack que ocurre? ¿Estás bien?-   Valentine salió de la cama a acudir a su lado.  Relucía su cuerpo desnudo y se dirigió donde estaba el albino.  Jack no podía creer lo que veía.  Su piel era tan blanca como el más puro de los copos de nieve, sus piernas eran largas y delgadas, sus pechos eran esplendidos, Una vista enriquecedora para cualquiera pero el  Guardián vio demás.  Pudo ver que no traía ropa interior o algo que cubriera su sexo.

El Origen de los Guardianes.Después de siglos, aun se puede amar.JackxOCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora