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Llego a casa tarde, me es difícil salir del trabajo a una hora descente pero son cosas que debo hacer por mi futuro y el futuro de mi familia, sumida en mis pensamientos culpables recorro el pasillo hasta llegar a la sala de nuestro hogar y la miró, ensimismada viendo por no se cuantas veces la misma película El diario de noah, llorando no se que gracia le ve el mirar una película que solo la hará llorar. Se que me esperan sus gritos y regaños por haber faltado al aniversario de la muerte de su padre, pero es algo que tenía que hacer estoy segura que ahora si me darán ese ascenso.

Jennie: Hola, cariño.

Saludo esperando que comience a discutir pero solo voltea a verme con unas lágrimas en los ojos fríamente, se levanta y va a la cocina a preparar la leche de nuestra bebé, posiblemente nuestra hija sea lo único por lo que aún seguimos juntas, soportandonos.

Jennie: Lisa, amor escucha, se que estas molesta lo noto, ok?, se que soy una mala esposa al no acompañarte, pero el trabajo se que sabes que es importante que obtenga ese ascenso. Intento evitar sin mucho éxito que las cosas no se vayan a la mierda.

Lisa: Jennie, estoy harta de tus excusas, sabes? Mamá estuvo preguntando por ti, mandó un poco de comida para su estúpida nuera, porque, aunque se atrevió a faltar al aniversario de la muerte de su suegro ella sigue siendo importante para nuestra familia, y a ti solo te importa tu maldito trabajo en donde lo único que hacen es explotarte dándote falsas esperanzas.

Lo dice ahora mirándome fijamente, ese rostro como pudo volverse lo que ahora es, cuando la conocí ella sonreía todo el tiempo, iluminaba toda mi vida con su sonrisa, ahora la única que logra hacerla sonreír es nuestra hija, me doy cuenta su mirada ahora puesta en mi, recorre mi semblante, mi cuerpo y por último se acerca para olfatear, mierda, esto ya se fue a la mierda.

Lisa: Y te largas en un día así, solo para irte a un estúpido bar, con quien sabe quién, y vienes aquí con tu cara de estoy arrepentida perdoname, con aliento a alcohol tu semblante cansado de seguramente haber saltado en el karaoke con esos tontos compañeros que tienes.

Me lo dice mientras me avienta lo que encuentra en su camino

Jennie: Maldita sea, Lalisa quieres calmarte, sabes que no me gusta la agresión, es importante salir con mi jefe de ves en cuando, el viejo quiere que acompañemos su solitaria vida, y quien sabe puede darme algún ascenso, estoy a punto de conseguirlo Lisa solo apoyame un poco mas!

Lisa: Y a mi quien mierda me apoya, Jennie! Quien mierda esta conmigo cuando lo necesito, largate no quiero verte. Solo vete por favor déjame a solas.

Escucho que la pequeña Ella comienza a llorar en su cuarto y Lisa va corriendo a verla, lo mejor por hoy será que me aleje un poco de esto. Mientras camino lo único que pienso como llegamos a esto, Ella quien llegó a nosotras como una bendición a través de la ciencia, estábamos tan emocionadas por recibirla, era nuestro momento más feliz en nuestra relación. Pero entonces pasó, el parto se adelantó cuando yo tenía una junta muy importante en donde probablemente estaba a juego mi esperado ascenso, no lo pense dos veces y fui a recibir a mi amada hija, lo que no esperaba era que los socios de la empresa esperaban mi presentación y ofendidos con mi ausencia me bajaron de puesto y no me dieron la oportunidad de explicarles. Ahí en ese momento todo cambió, Lisa no pudo seguir dando clases de danza como lo hacía y yo para poder darles todo hacia turnos dobles esperando también la oportunidad para ascender, de eso habían pasado 3 años y nuestra relación había ido alejándose poco a poco. Estaba harta, de que siempre fuera lo mismo, " Jennie porque no puedes ser una buena esposa, Jennie hoy fue el cumpleaños de Ella y no pudiste siquiera presentarte al pastel, Jennie Ella necesita tu atención intenta darle un tiempo" maldita sea yo quería de verdad darle a Ella todo lo que deseara pero para eso tengo que conseguir el ascenso para poder darles todo a ambas, me doy cuenta que llegó a una terminal de tren rumbo a Busan camine demasiado por hoy quizás solo quizás Lisa ya se encuentra mejor, doy vuelta para regresar a casa cuando siento que alguien me detiene. Frente a mi un vagabundo me ofrece una moneda, no es al revés el debería pedirmela, cierto?

La esposa que conozco (Jenlisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora