2. fucked up over you

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Después de un par de horas, te encontrabas bajo el cielo estrellado camino de regreso a sus habitaciones para descansar. La fiesta había llegado a su fin después de que Historia vomitó todos sus intestinos en el baño, dejando su ropa sucia y delirando en los brazos de su novia, quien asentía lentamente a las incoherencias que salían de su boca. Eran las cinco y cuarto de la mañana y no había razón para seguir festejando después de tal escena.

Estabas tranquila, los efectos del alcohol se habían disipado rápidamente y ahora te tocaba cuidar a Sasha. La sostenías en tus brazos para ayudarla a caminar, ya que la fiesta también la había dejado destrozada esa noche. La encontraron en la bañera con una botella de whisky en una mano y una papa en la otra, la cual presentaba una tierna mordida en la escena del crimen. Sasha iba a ganarse un nuevo apodo por esto, y no había manera de defenderla.

— Te vi teniendo mucha diversión con el dealer* de la fiesta.. — comentó la morena luego de unos minutos de eterno silencio; su edificio quedaba a unos cuantos metros pero decidieron caminar un poco más lento para que el cambio de ambiente no le afectara a las dos chicas ebrias que estaban cuidando. — No creí que fueran tu tipo.

La mención de la chica en cuestión te hizo estremecer, mientras agradecías internamente que Ymir estuviera más preocupada por su novia que por notar el rubor en tus mejillas que se iluminaban bajo los faroles de la calle.

Después de una tensa y emocionante primera impresión, la enigmática chica llamada Hange desapareció en la multitud; charlaba aquí y allá sin descanso, lo que hizo extremadamente difícil encontrarla entre tanta gente desconocida durante toda la noche. Incluso llegaste a pensar, con un toque de frustración, que toda su presencia había sido solo una ilusión pasajera. Pero, como si fuera una encarnación moderna de Hansel y Gretel, sus migajas de pan eran sobres con un contenido peculiar que caían en manos de cualquiera que se cruzara con ella. Así que, a pesar de la dificultad para encontrarla, no podías negar que la misteriosa Hange era real y su presencia dejaba huellas que conducían a algún lugar fascinante.

— No realmente. — suspiraste, manteniendo tu labio inferior atrapado en tus dientes mientras ajustabas los brazos para sostener a Sasha y evitar que se cayera de nuevo. No te imaginabas que Hange estuviera implicada en algo como eso.

— Sí, es el dealer privado de Jean. Tiene muchos contactos, pero Hange es distinta. Está por encima de ellos. — Ymir te sonrió. — Es muy profesional en lo que hace, aunque a veces nos regala su mercancía como si nos la mereciéramos. Lo sorprendente es que siempre consigue quince gramos extra de quién sabe dónde. Hange es una puta ama.

— Tiene algo, huh.. tal vez eso la hizo interesarme. — dijiste, más para ti que para ella, y es por eso que su suave risa burlona te toma un poco por sorpresa. ¿Hablé en voz alta, de verdad?

Suspiras y te vienen a la mente imágenes borrosas. Planos perfectamente específicos del rostro de aquella chica trayendo recuerdos: sus ojos rojos, el humo en el ambiente y su rostro inexpresivo iluminado por los colores fríos de las luces en el bar. Nadie sería capaz de olvidar esa mirada; es realmente sorprendente cómo alguien puede mantener tanto contacto visual sin tener una sola gota de vergüenza. Ella es sin duda una persona cautivadora, y no te sorprende que algo esté creciendo dentro de ti. Algo que quiere ver más allá de lo superficial, más allá de lo que muestra al mundo.

¿A quién le interesa que venda yerba? Además, ¿será ella realmente tan intimidante cuando no está con la cabeza en las nubes?

Con la mitad de tus pensamientos borrados, te das cuenta de que ya han llegado a la entrada de la habitación de Historia. Sasha ayuda a la más baja a entrar mientras se suelta a regañadientes de los brazos de Ymir. La chica agradece y entra en la habitación, cerrando la puerta sin mirar atrás. En pocos pasos llegan a su habitación y entran en silencio. Ambas están agotadas y francamente, no hay nada más que discutir. Prefieres hablar con la almohada, la verdad.

HIGH ENOUGH 進撃 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora