HIGH ENOUGH 進撃 ✓

12. go ahead and cry, little girl

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— Trata de no moverte demasiado o empeorará el dolor. — susurró Ymir mientras sentiste el frío de los hielos sobre tu cuello, haciendo que te sobresaltaras y jadearas al contacto contra tus heridas. Te observó con atención para curarte, siendo cuidadosa al revisar las marcas que te dejaron, acariciando los moretones que rodeaban tu cuello. — Siempre metiéndote en cosas que no te incumben, ¿eh?

— ¿Cómo está ella? — te volviste hacia Yelena, quien simplemente se cruzó de brazos y suspiró. No sabía nada, no quiso seguirle luego de que separaran la pelea. En cambio, las siguió hasta su habitación antes de obtener alguna información, priorizando tu salud física y mental. Jugaste con tus labios con nerviosismo, tu pierna moviéndose rápidamente por la ansiedad que se apoderaba de tu cuerpo. Seguías temblando como loca. — Necesito verla...

— La vi yéndose a dirección. — la voz suave de Historia sonó desde la puerta, supervisando todo desde lejos.

— Es mejor que te quedes.

Las palabras de Yelena resonaron en tu mente por un largo rato.

Seguro que los llevaron a ambos a dirección, y lo último que querías era encontrarte con Reiner y volver a hacerlo estallar a tu presencia. Querías dejar de arruinar las cosas para Hange. Así que decidiste hacer caso, y te sorprendiste de tu propia fuerza por no salir corriendo en su búsqueda.

Lo último que recuerdas es haberlos visto ser separados por seguridad, justo antes de caer dentro de tu propia cabeza en un estado de shock. Ver a Hange recibir tantos golpes no había sido muy saludable para tu cordura, temblabas de miedo solo al verlo y no poder hacer nada. Hange estaba alterada antes de irse, la furia se apoderaba de toda su anatomía.

Pero ella estaba bien, lo sabías. Ella siempre lo hace para estar bien.

— ¿Por qué hiciste eso? ¿por qué te pusiste a ti misma en peligro de esa forma..? — Ymir suspiró dejando de lado la bolsa de hielos que le prestaron, acariciando tu mejilla con una sonrisa triste. Se le notaba en sus ojos el miedo que sintió cuando vio que la persona involucrada en todo el griterío, eras tú, nunca se había sentido tan asustada de perderte. — Eres valiente, lo entiendo.. joder, lo hago.. pero no tienes tanta fuerza para defenderte. Debes tener cuidado la próxima vez.

— Lo hice por Hange. —  jugaste con tus dedos sobre tus muslos para distraerte de los nervios. Sentir a todas mirándote había sido un poco incómodo, y suspiraste de forma temblorosa a la situación. — Si no hubiera atacado primero, quizá qué me hubiera hecho.. solo adelanté los hechos..

— ¡Hange, no!

Se escuchó un ruido detrás de la puerta, así que Historia se alejó después de abrirla un poco para revisar. Hange se volteó al verla abrirse lentamente, desmoronándose completamente al verte dentro de la habitación.

Querías llorar al ver el resultado de la pelea reflejado en su rostro. Tu corazón se detiene instantáneamente a su silueta, allí, de pie en la entrada de tu habitación.

Ella corrió hacia ti sin importar que, detrás de ella, hubieran personas arrastrándola hacia la calle, cayendo sobre ti con fuerza y abrazándote como si no te hubiera visto en años. Observaste a Levi cerrar la puerta después de decirle a alguien que esperara afuera unos minutos, y tu corazón se sintió más tranquilo.

— Cuidado, Hange, puedes hacerle daño. — a las palabras de Yelena, te soltó un poco, pero aún así no se separó completamente de ti. Parecía que no quería dejarte sola de nuevo, y el calor de tu cuerpo la tranquilizaba más.

— Lo siento, lo siento tanto. — comenzó a llorar sobre tu hombro sin intenciones de alejarse, mientras susurraba lo mismo una y otra vez. — Lo siento por todo.