HIGH ENOUGH 進撃 ✓

11. it's happening again

Las manos de Hange temblaban con temor. Después de todo, ¿cómo no lo harían? Ella deseaba ser una bióloga profesional desde que tiene consciencia, tener su propia licencia, graduarse y sentirse orgullosa de sí misma era su mayor sueño. Ver que todo eso estaba en peligro en este momento era tan aterrador, sinceramente. Si le fuera posible, viajaría al pasado para cambiar el resto de la historia.

— Hange, no lo hará. — dijo Levi, masajeando sus hombros en señal de apoyo, justo antes de que decidiera sentarse para analizar mejor lo que acababa de pasar. Sin más, suelta una profunda bocanada de aire, probablemente simbolizando lo pesado que se volvió todo el asunto. — Es un cobarde de mierda, no se atrevería.

— Sí. — respondiste tú, tratando de animarla. Hange te observó sin expresión alguna. — Todo va a salir bien.

— No. — rió Hange amargamente, soltando tus manos de sus brazos y cubriendo su rostro con las suyas. Luego de un suspiro, se incorporó y trató de buscar la fuerza para seguir hablando. — Hace poco recibí mi última advertencia. Intenté ser invisible. No debí abrirme tanto con esa tipa de haberlo sabido...

Levi suspiró, el ambiente se volvía cada vez más denso y empezabas a sentir un poco de claustrofobia imaginando cómo las paredes se cerraban sobre ti. Sobre todos.

— Lo siento, te metí en esto. — su mano cayó sobre tu muslo y empezó a hacer círculos con su pulgar, tratando de distraerse. — No pensé que todo seguiría tan jodido. No quiero involucrarte más en cosas.

Levi se levantó para darles privacidad y se dirigió a la cocina en silencio. Sonreíste con consuelo, apretando con fuerza sus manos y decidida a darle un pequeño incentivo para alegrarse. Sin embargo, las palabras se quedan en tu boca.

— Creo que es mejor que te vayas y dejemos de hablarnos, nos hará bien a ambas...

— Hange, me gustas. — interrumpiste. Una corazonada. Fue lo único que pudiste decir antes del silencio. Los ojos de Hange se abrieron más de lo normal, nunca imaginaste que tendrías el valor de decirlo en voz alta y se notaba que ella no se esperaba algo como eso. Y si no fuera por la seriedad de la situación, tu reacción sería completamente diferente. Te mantienes firme a tu posición, aunque tu corazón late con fuerza dentro de tu pecho. — Estoy harta de que me sigas apartando.. ¿Por qué crees que sigo aquí?

Hange trató de ocultar su rostro mirando hacia abajo, buscando de esconder sus ojos brillosos, pestañeando con fuerza para sacar esas palabras tan duras de su garganta.

Escuchar esa confesión le dificultó el camino.

— Porque te manipulé a mi gusto todo este tiempo.

— Hange... — Levi trató de interrumpir, pero Hange lo detuvo.

— No, es momento de que lo sepa. — se giró hacia ti, suspirando profundamente. Sus ojos brillaban con lágrimas contenidas y se notaba la fuerza inhumana que ponía para que ninguna palabra sonara quebrada, ¿iba a llorar? — Y lo siento, en serio. Soy una estúpida. Era obvio que te sentías así.

Jugaba con tus dedos mientras reía, tratando de encontrar las palabras adecuadas para relajarse un poco. Su corazón latía con fuerza y las lágrimas amenazaban con salir en cada segundo que te miraba.

Y para ti, nada jamás de había sentido como esto. Nada había sido tan doloroso. Tu estómago cae al piso y sientes que tu corazón se transforma en un cristal tan sensible que con un simple toque, es capaz de hacerse polvo y desvanecerse en el aire.

— Te veías tan vulnerable. — tu corazón se apretó al escucharla hablar con voz quebrada. No era solo lo que decía, sino cómo lo decía. Parecía arrepentida, pero.. — Eres.. tan linda, tu cuerpo es increíble, eres totalmente mi gusto.