Capítulo 35:

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—Aún tengo una pregunta...—Mi vista se dirigió hacia JungKook que parecía algo perdido mientras conducía y pude notar una ligera sonrisa torpe en su rostro.


—Dime. —Me miró unos milisegundos para luego seguir conduciendo.


—Exactamente...—Llevé un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. —¿Qué somos...? —Pude notar como el semáforo se puso en rojo, lo cual maldije internamente ya que eso solo volvería el momento más incómodo.


Él detuvo el auto y pareció mirar el volante, luego se giró hacia mí y tomó mi mano. — Solo espera. No seas impaciente, Hannie.—Arrugó ligeramente su nariz provocándome una sonrisa tonta.


Asentí sin quitar mi sonrisita y miré por la ventana esperando llegar a casa, para escribir tanto en mi diario. O quizá llegar y tirarme en mi cama y dormir, porque realmente estaba agotada y ahora que lo pienso mejor la opción dos suena más tentadora.


Después de unos minutos noté como nos acercábamos a mi casa a lo que yo fui desabrochando mi cinturón. JungKook desaceleró poco a poco la velocidad hasta quedar estacionado frente a mi casa que lucía tan desolada a esta hora de la noche.


Cuando estaba a punto de despedirme y bajar, JungKook me retuvo tomando mi muñeca ligeramente.


—Solo dile lo que practicaste... —Susurró para sí mismo, pero pude escucharlo claramente.


Tomó un poco de aire y al verlo tan nervioso, me hizo sentir tanta ternura y tanta intriga por este ser.


—¿Salir tú quieres conmigo...? —Y al ver su rostro de pena total entendí que eso no era lo que quería decir. —Ah lo siento... Quise decir que si tú... puedes... digo quisieras...Mierda...—Solté una pequeña risa robándome su atención y antes de que diga algo puse mis dedos sobre sus labios.

—Sí quiero. —Dije tan segura como nunca en mi vida.


Al instante se formó una sonrisa en sus labios, se acercó a mí y no sabía si abrazarme o... Pero con una risa acepté su abrazo que duró menos tiempo de lo que hubiese preferido, pero la noche no era infinita como yo deseaba.


—Entonces... Hasta mañana. —Se despidió él después de despedirnos.


—Nos vemos mañana. —Sonreí bajándome del auto y encaminándome hacia mi casa, volteando hacia atrás cada cinco segundos.


Volteé de nuevo y levanté mi mano despidiéndome por milésima vez. Pero por mi torpeza y por no mirar al frente tropecé con una piedra haciendo que me caiga al suelo y probablemente haya hecho una cara digna de ser grabada.


JungKook inmediatamente bajó de su auto y corrió hacia mí. —Hanna, Hanna. —Se agachó a mi altura.


—Estoy bien, estoy bien. No te preocupes. —Apenas me había raspado la pierna, pero lo que sí dolió fue haberme golpeado en aquel moretón.

Stupids, Park!  [BTS FANFIC] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora