Capítulo 22:

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—Pues no necesitaba tu ayuda. Yo lo tenía todo bajo control. —Intenté defenderme mientras pasaba por la gente. Él me miró con gracia.

—Pero si parecías un cordero acorralado por un lobo. — Yo solo giré mis ojos.

No lo quería decir en voz alta, pero en mi interior le agradecí mil veces a JungKook, porque lo quiero admitir o no, él me salvó de lo que pudo haber sido la peor desgracia de mi vida.

Miré hacia la derecha y pude ver a mis amigas conversando y riendo con los chicos. Dudé un poco en si ir y decirles lo que pasó, pero definitivamente no quería regresar a esa mesa. No quería arruinarles la noche, más que nada porque mañana nos iremos de aquí.

—¿Me puedes prestar tu teléfono? — Le pedí a JungKook, suspiré y por un momento me sentí algo caliente.

—¿Para? —Me preguntó.

—Necesito hacer una llamada, por favor. — Él me miró algo extrañado, pero finalmente dirigió sus manos al bolsillo de su pantalón y sacó su teléfono.

—Gracias. —Susurré. —¿Tienes el número de YeRim? —Si bien no iba a regresar, al menos debería llamarla para decirle que me iré.

—Sí, está como: esa. —Me reí un poco y busqué el nombre de contacto.

Al tercer timbre me contestó.

—¿Quién es? —Pude escuchar la voz de Tae al otro lado

—JungKook... ¿Qué pasó? —Habló al teléfono.

—Soy yo Hanna...—Apreté mis labios.

—Oh...¿qué pasó? ¿por qué tienes el celular de...?

—Me acabo de enfermar...—Intenté mentir. Tosí un poco para que sea más creíble. —Me acaba de dar tos, y me duele un poco la cabeza. Iré a mi habitación. —Pude escuchar un silencio.

—Espera voy conti...

—No, no. Estoy bien, enserio. Ustedes quédense, que la noche es joven. —Intenté tranquilizarla.

— Pero, Hanna...

—¿Está bien, YeRim?

Pude escuchar como bufó al otro lado.— Sí, está bien. ¿Puedes pasarme a mi hermano, por favor? — Toqué el hombro de JungKook y le señalé el teléfono.

Él lo cogió un poco confundido.— ¿Que?...Pero ¿por qué yo?...No.... Ahg enserio eres una maldita chantajeadora... está bien, está bien. — Cortó la llamada con un bufido.

— Gracias por haberme salvado de ese idiota, idiota. —Sonreí de lado al fin y al cabo le tenía que dar las gracias de alguna manera.

Él rió un poco.—Soy una idiota.—Admitió.—Pero jamás haría lo que ese imbécil tenía pensado hacerte.—Se tornó serio.—Ten más cuidado, insoportable.— Giré los ojos con una sonrisa.

 —Sí, lo sé. Pero ya me tengo que ir. —Froté un poco mi pecho ya que de repente me estaba empezando a costar respirar. Algo normal ya que en lo general me pasaba esto cada que iba a una fiesta.

—¿Estás bien? Te pusiste roja. —JungKook señaló mi rostro.

Asentí con la cabeza mientras llevaba una mano a mi frente.

Ay no...

— ¿Estás con calentura? —JungKook quitó mi mano y puso la suya. —Mierda, sí... Ven.

Me atrajo hacia él y me condujo hacia la salida con algo de cuidado.

Detesto estar enferma. No me enfermo muy seguido, pero cada que lo hago es una lluvia de gastos para mí. Así que espero que esto sea un simple resfriado.

Stupids, Park!  [BTS FANFIC] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora