Stupids, Park! [BTS FANFIC] [EDITANDO]

Capítulo 30:

— ¡Lo juro!

— Sigues sin convencerme.— Mi amiga me miró con los ojos entrecerrados.

— Te está diciendo la verdad. Ya déjala en paz, chica.— Rosé salió en mi defensa mientras sacaba algo de su bolso.

— Está bien. Intentaré creer en...

Pude ver cómo sus ojos se desviaron a la puerta del salón y pude ver cómo su mirada decaía lentamente al igual que sus hombros.

Al notar eso inmediatamente Rosé y yo nos giramos levemente.

Lisa y EunWoo acababan de entrar al salón, pero ese no era el problema. Ambos iban tomados de las manos y con una sonrisa imborrable en sus labios. EunWoo mantenía uno de sus hombros en la cintura de Lisa y ésta se encontraba abrazada a su pecho.

Rosé y yo intercambiamos miradas y ella tomó la palabra. — ¿Qué no es en este mes el cumpleaños de los sexys de The Park Brothers?— Preguntó casualmente mientras revisaba sus uñas.

YeRim quito la mirada de la pareja y se centró en Rosé.— Es cierto...— Llevó una de sus manos a sus labios. Rosé me guiñó el ojo indirectamente.— Olvidé organizar todo.— Pasó una mano por su frente.

— Nosotras podríamos ayudarte.— Sonreí a su dirección. Viendo de reojo como algunos estudiantes hablaban con Lisa y EunWoo sobre su reciente relación.

—Me ayudarían muchísimo. —Soltó un suspiro. —Siempre que intento hacerles alguna fiesta sorpresa se terminan enterando. —Negó con la cabeza.

Solté una pequeña risa desviando mi vista de la pareja para centrarme completamente en YeRim. — ¿Y cuándo es? —Jugué con mi lapicero.

—En dos semanas. Si no me equivoco: sábado. — Asentí con la cabeza.

—Buenos días alumnos. —La entrada del profesor hizo que todos regresaran a sus asientos de manera perezosa. Todos lo saludamos cordialmente para luego tomar asiento. — Espero que hayan disfrutado de sus vacaciones.

Sí, claro...

—Porque tenemos muchas cosas que hacer. Abran sus cuadernos y apunten. Que les dejaré un nuevo proyecto.

—Muy bien, Hanna. Debemos evitar que se vean a toda costa. O bueno que se vean de nuevo. —Rosé me susurró al oído. —Yo me encargaré de YeRim, necesito que tú hagas algo. — Me acerqué más a ella para poder escucharla mejor. —Necesito que los vigiles o al menos intentes hablar con ellos. Realmente hay algo que no me cuadra. —Mordió su labio inferior.

Entrecerré mis ojos y asentí ante la tarea. — Lo haré, no te preocupes. — Ella asintió y ambas nos separamos cuando vimos a YeRim llegar con su almuerzo.

—Tenía tanta hambre...—Se sentó a nuestro lado.

—Ay Dios...—Llevé dos manos a mi estómago, mientras me recostaba en mi asiento.

—¿Estás bien? —Me preguntó YeRim con un gesto de preocupación.

—No... Creo que tengo diarrea. —Pude ver como Rosé cubrió su boca para callar una carcajada que amenazaba por salir. No esperé respuesta suya para levantarme de allí y salir de la cafetería.

Miré hacia los lados y acomodé mis lentes en mi intento de verme cool. Mi misión empieza ya.

Decidí irme por el pasillo derecho primero. Al ser la hora de almuerzo casi todos los pasillos se encontraban vacíos. Pasé por la puerta de la biblioteca y di una rápida barrida al lugar sin encontrar rastro alguno de la pareja.