Capítulo 15:

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—117 ¿Y a ustedes? — YeRim chilló.

—¡118!

—¡119!

—¡120. Somos vecinas! — Todas reímos. Me giré y me di cuenta que Tae ya no estaba. Lo busqué con la mirada, pero no lo encontré. Bueno supongo que ya se fue a su habitación.

No esperamos más para empezar a caminar en dirección a nuestras habitaciones. 

—Mira, mira. Ese chico nos está mirando. —YeRim nos miró pícara. —Miren disimuladamente.

—¿Quién? —Lisa giró su cabeza como el exorcista, haciéndome reír bajito.

Rosé le tiró un manotazo. —¿Qué no sabes lo que significa la palabra disimular? —Lisa bufó disgustada.

Pasamos por recepción y no muy lejos pudimos observar el elevador, caminamos hasta ahí y sin más subimos al ascensor. Estábamos muy cansadas como para subir las escaleras.

 YeRim marcó el piso diez. Bueno supongo que ya debe de conocer el lugar como la palma de su mano, al fin y al cabo este es el hotel de su padre ¿no?

—Iremos a tu habitación, Hanna. Necesito su opinión sobre mi traje de baño.

—Claro que te vas a ver muy bien. — No mentía. YeRim era muy bonita y su cuerpo no era algo que tuviera que avergonzarse al mostrar. No como yo, claro.

—Eres tan linda. —YeRim apretó mis cachetes.

Las puertas del ascensor se abrieron al llegar al piso diez buscamos nuestras habitaciones. Bueno las tres buscamos la mía. Puse la llave en mi puerta y abrí la cerradura encontrándome con algo más que hermoso.

—Wow. —Era increíble como este lugar no dejaba de sorprenderme.

—Sí que te luciste, YeRim... —Exclamó Lisa a mi costado.

Toda la habitación era de un color blanco, con una cama gigante y miles de almohadones en él. Tenía un balcón dándote una vista perfecta al mar y al hotel, el piso de era de mármol y de un color marrón claro, dándole un toque elegante. En la mesita de noche habían un ramo de rosas blancas y al lado una lámpara de luz que colgaba del techo, frente al balcón habían nos asientos que se veían muy cómodos. Había un televisor en lo alto y dos puertas, una a la derecha y otra a la izquierda. Supongo que uno es el baño y el otro el vestidor. Y la iluminación natural del sol sólo hacía que se viera más perfecta.

Lo primero que hice fue tirarme a la cama y cerrar mis ojos por lo suave que era.

—Qué hermoso lugar. Felicito a tu papá. — YeRim sólo me sonrió.

—Oh mira ya dejaron tus maletas. — Me levanté de la cama  para poder coger mi pequeña maleta azul.

— ¡Vamos a ponernos nuestros trajes de baño! —YeRim chilló emocionada. —Ve poniéndote el tuyo, Hanna. Ahora volvemos. —Las tres chicas salieron de mi habitación.

Y yo me quedé pensando en cómo decirles que no traje ropa de baño. Darán el grito al cielo en cuanto se enteren de que no podré bañarme ni "lucirme" junto a ellas. Pero no era mi culpa ser tan insegura de mi misma y  pensar que nada me queda bien.

Mientras las esperaba, desempaque mi ropa y exploraba más el lugar . Abrí la puerta de la derecha que como lo supuse era el armario. Entré y dejé toda mi ropa; que no era mucha allí.

—¡Llegamos! — Las chicas entraron repentinamente a mi habitación, ya vestidas.

— Wow... Están muy lindas. — Las tres traían un bikini, algo pequeño, pero se amoldaba perfectamente a su cuerpo. El de YeRim era uno negro, el de Lisa uno verde agua y el de Rosé era una rosado. Cada uno con un diseño diferente, pero las tres se veían realmente hermosas. — A puesto que se robarán más de un silbido. —Las chicas rieron.

Stupids, Park!  [BTS FANFIC] [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora