—¡Adiós, Hanna!
—¡Adiós, Joy y novio de Joy! —Él chico rió mientras negaba con la cabeza.
—¡Solo, Chen! —Me corrigió.
—Está bien. ¡Adiós, Chen: Novio de Joy! —Ambos soltaron una risa para luego irse tomados de las manos.
Suspiré. Qué bonita pareja.
Me puse mi casco de seguridad; que mi abuela me obligaba traer y me lo coloqué sin esfuerzo. Me monté en mi bicicleta y sin más conduje hasta mi casa.
Ya había pasado una semana desde el viaje de convivencia. Hoy era un sábado por la noche. Y toda esa semana me había ocupado en trabajar el mayor tiempo posible, negándome a varias invitaciones que me hacía YeRim. Tenía que ahorrar todo el dinero posible. En poco tiempo termino la preparatoria y quiero tener el dinero suficiente para poder pagar mi Universidad y tenía que esforzarme si quería eso.
Cerré un momento mis ojos disfrutando de la brisa fresca que chocaba con mi rostro. Ya eran las nueve de la noche por lo que las calles estaban algo vacías, pero habían algunas personas aún, la mayoría regresando de su trabajo en dirección a sus casas.
Crucé entre dos avenidas. Tarareaba la letra de una canción tranquilamente. Pero justo en ese momento pasó un auto a gran velocidad chocando la parte delantera de mi bicicleta. —¡Maneje con cuidado! —Grité, pero el carro ya se había ido tan repentinamente como llegó. —Ay no...—Me di cuenta que la canasta de mi bicicleta se encontraba en el suelo. Totalmente aplastada y sucia. —Maldita sea...—Susurré para mí misma.
La cogí entre mis manos y con dolor la tiré en un bote de basura. —Descanse en paz...—Una chica me observó raro, pero siguió su camino.
Solo me quedó seguir manejando hasta mi casa. Luego compraría otra canasta.
Al llegar sin ningún otro inconveniente, dejé mi bicicleta en la parte trasera. Saqué la llave de mi mochila e introduje la llave en la cerradura.
—Ah sí. Justo ahora acaba de llegar...—Pude ver a mi abuela hablando por teléfono. Ella me miró y me lo tendió. —Es tu amiga, cariño. —Me quité los zapatos y caminé hacia ella.
—¿Hola? —Pregunté con un poco de miedo por alguna extraña razón.
—Hola, señorita. —Me saludó la voz de YeRim.
—Ah hola, YeRim. —Mi abuela me hizo una seña con la mano indicando que estaría en la cocina, a lo que asentí.
—No deberías estar afuera tan tarde, Hanna...—Me reprendió, a lo que yo agaché mi cabeza como si me estuviera viendo. —Sí, ya sé que estabas trabajando. —Se respondió ella misma. —En fin. YoungSoo me ha pedido que te invite a su fiesta de cumpleaños. —Sonreí inevitablemente. —Oh mira aquí esta...—Se escuchó un ruido. —¡Hanna! —Tuve que alejar un poco el teléfono de mi oreja.
—¡YoungSoo! —Grité de igual manera, sacándole una risa.
—Estas cordialmente invitada a mi fiesta de cumpleaños, el siguiente sábado. No importa si no tienes regalo, solo quiero que vengas. —Sonreí enternecida, por la simpleza y amabilidad del niño.
No podía decirle que no...
—¡Entonces ahí estaré! —Pude escuchar un pequeño grito de su parte.
—No faltes, eh. Adiós, la NASA me está llamando para una misión. Los alienígenas se están apoderando del planeta.—Pude escuchar la risa de YeRim. —Mi hermano es tan raro...—Susurró divertida.
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Stupids, Park! [BTS FANFIC] [EDITANDO]
Teen FictionEn su segundo año de preparatoria Lee Hanna cree que todo será como siempre: estudiar, estudiar y por supuesto estudiar. Pero... No contaba con que tres chicos estarían dispuestos a cambiar eso. Pero no todo será como ella cree. Odio. Eso era lo ún...