Bajé del autobús en cuanto se abrieron las puertas.
Todo estaba tan oscuro que apenas y podía notar nada.
El autobús desapareció siguiendo su camino, dejándome a mí, a la nada.
Pero al contrario de que esto me asustara. Sonreí y caminé hacia donde mis pies me guiaran.
Las personas a mi alrededor podían ser contadas con los dedos.
Mientras más caminaba podía ver el gran mar de Busan, y podía sentir aquel sentimiento de paz y tranquilidad.
Había un pequeño restaurante en la bahía de la playa y desde aquí veía algunas personas reír y degustar de la comida.
Seguí caminando hasta el punto de que mis zapatillas ya pudieron tocar la suave arena de la playa. Sin pensarlo dos veces me saqué las mismas junto con mis medias y dejé que mis pies se hundieran en la suave superficie.
Caminé lo más cerca que pude hasta llegar a la orilla. En donde me senté y tan solo me dediqué a observar el mar.
Si me preguntaran las veces que soñé con esto, o si al menos me preguntaran las veces en las que deseé simplemente desaparecer e irme a cualquier lugar. Hoy el mar y la arena eran lo más hermoso para mis ojos y mi corazón. Quien a pesar de estar en lugar totalmente desconocido se sentía tan cómodo, como en casa.
Mis pies y manos jugaron con la escasa agua que llegaba a mi lugar.
Al fin podía respirar con tranquilidad y podía dejar todo atrás. Y fue allí cuando me di cuenta de que para tener paz no es necesario decir lo que sientes, ni mucho menos contárselo a alguien. Solo necesitas un buen lugar y un buen abrigo.
Lástima que lo último no cuenta con las pocas cosas que tengo ahora.
Los segundos se convirtieron en minutos, y estos se convirtieron en horas.
Y que la poca gente que había estado en el lugar ya no se encontraba.
Es como cuando a veces, te quedas mirando algún punto fijo y dejas fluir todas tus ideas, y pensamientos, pero yo, no. Miraba todo, pero mi mente no podía pensar nada, simplemente se ocupaba de disfrutar plenamente de la hermosa vista.
Hasta que escuché un carraspeo a mis espaldas. —Buenas noches. Lamento interrumpirla, pero no me parece que sea seguro que una señorita esté fuera de su casa a estas horas tan altas de la noche.
Una sonrisa se instaló en mis labios, y aún sin mirarlo, respondí. —¿Entonces por qué no se queda y me hace compañía? Así ya no estaré sola ¿No cree? — Giré mi cuerpo hacia atrás y me encontré con algo que había anhelado por meses.
Y no, no había anhelado que un sujeto vestido con un gran abrigo negro, pantalones del mismo color y unas inmensas botas me hiciera compañía de noche en una playa completamente despejada de gente.
O tal vez sí...
—Tengo tantas cosas que hacer... Pero si veo que insiste tanto, supongo que podría hacer una excepción por usted. —Dio un paso hacia el frente y se sentó tomando la misma postura que yo.
—¿Sabía que la espuma del mar es semen de ballena? —Habló de repente después de un rato en silencio. Yo solté una ligera risa para luego mirarlo.
—Yo pensaba que la espuma del mar era una emulsión que se formaba por la agitación del aire, las aguas y los compuestos orgánicos disueltos que hay en el mar, los mismos que actúan como detergentes. —Él se giró hacia mí con una sonrisa.
—Me llamo Park JungKook. —Estiró su mano hacía mí.
Me quedé viéndola por unos momentos, pero terminé por cogerla. —Yo me llamo, Lee Hanna, es un gusto Park JungKook. —Pronuncié su nombre lentamente.
—Él gusto es mío. —Me miró directamente a los ojos, recordándome lo mucho que había extraño ver aquellos ojos negros, con los que soñé muchas veces. Ver sus labios rosados de nuevo, me recordó lo mucho que había añorado sus besos. Pero el verlo a él, me recordó lo mucho que lo había extrañado.
Ambos nos acomodamos y nos dedicamos a ver como la luna resplandecía más que nunca y con ella también nuestros corazones.
Giré mi vista hacia el reloj de mi muñeca.
00:00
Miré nuevamente hacia el paisaje con una sonrisa sabiendo que todo empezaría de nuevo.
Pero esta vez me aseguraría de hacerlo bien.
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Epílogo.
Me gusto escribirlo...
Así que espero que ustedes también lo hayan hecho. Así haya sido algo corto, espero que lo hayan disfrutado.
Y así es como terminamos esta historia. Y que quisiera agradecerles nuevamente por el amor hacia esta historia. Realmente ver sus comentarios y votos me motiva mucho.
"You are the Magic Shop." ✨⛺✨
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Stupids, Park! [BTS FANFIC] [EDITANDO]
Teen FictionEn su segundo año de preparatoria Lee Hanna cree que todo será como siempre: estudiar, estudiar y por supuesto estudiar. Pero... No contaba con que tres chicos estarían dispuestos a cambiar eso. Pero no todo será como ella cree. Odio. Eso era lo ún...