By Your Side

Fiebre

"Siguiendo los recuerdos del mismo
día y noche,  tú y yo, vamos sin parar
Como si el tiempo sin ti durante el día estuviera roto
Doy vueltas a mis recuerdos y me lleno de ti de nuevo"
—Clockwork, Taemin—

Sus manos temblaron cuando confirmó que su esposo le tenía vigilado, no le creyó a su tía cuando ella le dijo que Yibo le tenía un detective privado, al confirmar eso su confianza se quebró por completo.

Condujo hasta la mansión Wang y recibió miradas de reproches por el personal de la casa, parecía ser que sólo el mayordomo le soportaba.

—¿Donde está Yibo? —le preguntó a Ceaser.

—Supongo que está en su habitación. —respondió Wu.

Sin responder y con paso firme fue hasta la habitación que compartía con su esposo, sostenía un sobre con algunas fotografías y documentos que su tía le había entregado.

—Zhan, llegas temprano hoy. —Yibo le hablo sin mirarlo.

—¿Qué significa esto? —preguntó Zhan al borde de las lágrimas.

Le lanzó el sobre a Yibo y este se agachó a tomarlo, miró con hostilidad a su esposo cuando lo abrió.

—Ah, eso, es lo que ves.—respondió el pelinegro quitándose la corbata.

—¿Solo eso me dirás? Tenías a un extraño siguiendome, no tengo privacidad, maldita sea Yibo, eso no es justo, ni yo me atreví a hacer eso contigo cuando llegaron rumores de que salías con Zhao Liying, confíe en tú palabra, sí tenías dudas de mí simplemente podías preguntarme. —los labios de Xiao temblaron y algunas lágrimas resbalaron por sus mejillas.

—Claro, como si fueras a decírmelo, te pregunté tantas veces si me amabas y me decías que sí cuando en realidad no me amas, te escuché varias veces hablando por teléfono, no fue una ni dos veces, fueron más de cinco, entonces comencé a preguntarme ¿Porqué él estaría conmigo sino me ama?

Zhan apretó sus labios, Yibo tenía un punto, porque lo que decía era real, había dicho eso en algunas llamadas teléfonicas.

—Eso fue por...

—No me expliques nada Xiao Zhan, ya te escuché lo suficiente y descubrí todo lo que quería, por algo algunas cuentas no cuadraban, pero claro, algunas transacciones a tú nombre hablan por si solas.

—¿Qué? Estás equivocado, no estoy tocando tú dinero Wang Yibo.

—¿No? Revisa los documentos que me acabas de lanzar a la cara y me explicas.

Zhan tomó los documentos y frunció el ceño, las cuentas de banco que él tenía junto a Yibo tenía movimientos en días en los que él había ido al banco.

—Tienes tres días para salir de mi casa, llévate todas tus cosas, te haré llegar los papeles del divorcio a donde sea que estés, además de él dinero que te corresponde por eso.

—¿Estás jugando conmigo? Cierto, no puedes tomar una decisión así de la nada, tenemos que hablar de esto Wang Yibo.

—Igual me vas a mentir, yo no confío en ti. —escupió Yibo.

Zhan se sintió mareado, retrocedió un poco y se sostuvo del mueble más cercano, levantó su mirada para encontrarse con los ojos filosos de su esposo, parecía ya no existir rastros del hombre con el que se casó, llevaban unos días alejándose y ahora Xiao entendía un poco más el porqué Yibo había estado actuando raro.