By Your Side

Yo También Tuve Miedo

Ahora entiendo mi identidad, no quiero ocultarla

—Identity, SHINee—

Su garganta se sentía seca, nunca había llorado tanto en su vida como en ese momento,  Ceaser le dio un un poco de agua mientras Xiang le pasaba una toalla por el rostro para limpiarle las lágrimas.

—Respira Zhan, por favor. —le suplicó su hermana.

Asintió y tomó otro trago más de agua, ladeo su cabeza para ver donde estaba su teléfono y lo alcanzó, Ceaser intentó quitárselo, sabía que Zhan buscaría en las noticias sobre la explosión y era algo que no quería, no cuando todas las posibilidades arrojaban que Yibo estaba en el auto.

—Zhan, no lo hagas. —pidió Ceaser en voz baja.

—No me digan que hacer.—gritó Zhan poniéndose de pie. —Maldita sea, acabo de ver como el auto de mi esposo estalló, no puedo estar tranquilo o estar bien cuando el hombre que amo acaba de...—soltó un sollozo y salió corriendo para salir de la casa.

Xiang y Ceaser corrieron detrás de el para no dejarlo salir, sin embargo fue mucho más rápido, había salido de la casa sin mirar atrás, quería ir al lugar de la explosión, el dolor en su alma era exasperante, agónico y desesperante.

Nunca se detuvo a pensar en que Yibo podría faltarle de esa forma, no cuando habían pasado por tanto para volver a estar juntos, no sin antes decirle lo que sentía por el, no sin vivir como se habían prometido.

Las lágrimas no le dejaban ver con claridad cuando salió de su casa y evitó que lo sujetarán los seguridad que Yibo tenía allí, continuó corriendo hasta sentir que lo sujetaban, se removió intentando soltarse sin lograrlo.

—¡Sueltame! —gritó una y otra vez sin escuchar lo que le decían.

—Zhan, por favor mírame.

Dejó de luchar y levantó su mirada al escuchar esa voz, los latidos de su corazón fueron aún más rápido y su cuerpo tembló nuevamente.

—Yi-Yibo. —susurró y lo abrazó con fuerza.

—¿Qué pasó? ¿Porqué estás llorando? ¿Donde está Bai Lu? —preguntó Yibo sin comprender porque su esposo estaba tan alterado.

—Eres tú.—sollozó Zhan sin dejar se temblar.—Vi co-como tu auto estallaba, yo creí que...

No pudo continuar hablando, no cuando creía que estaba soñando, que Yibo estuviera allí podría ser una ilusión de sus pensamientos al negarse a perderle.

—Zhan, mi amor, yo estoy aquí contigo, no me pasó nada, estoy bien.—aseguró Yibo al darse cuenta de los pensamientos de su pareja.—No me iré a ningún lado, estoy aquí.—volvió a repetir antes de abrazarlo y besar sus mejillas.

Se separó un poco de Yibo después de calmarse y lo observó detenidamente, tenía un golpe en su labios inferior y en su mejilla derecha, su ropa estaba un poco sucia, lo que significaba que si estuvo cerca de la explosión.

—¿Qué te pasó? —preguntó Zhan volviendo a llorar. —Todo esto es mi culpa, estuve a punto de perderte, por poco pierdo al hombre que amo.

La voz se Zhan se quebró mientras sus manos acariciaban el rostro de Yibo, quien sonrió a medias sintiéndose lleno de alegría a pesar de todo lo sucedido, porque finalmente su esposo le había dicho que amaba.

—Vamos dentro.—Yibo limpió las lágrimas de Zhan y besó su frente.—Necesito que te calmes y también quiero tomar una ducha fría y cambiarme de ropa.—dijo Yibo tomando la mano de su esposo para llevarlo dentro de su casa.