Piénsalo

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"Te extiendes y controlas
mi sistema
Me das el control
El código
que me mueve"
CØDE, SHINee—

Abrió los ojos sintiendo que no había dormido bien, estaba cansado, su cuerpo estaba cubierto por una fina capa de sudor, escuchó un llanto muy bajito y se sentó de golpe al darse cuenta de que no estaba en su habitación, su mirada se encontró con Xiao Zhan, quién dormía a su lado, tragó grueso al recordar con poca claridad lo que había sucedido la noche anterior.

No podía dejar de mirar a Zhan, su rostro estaba tan quieto, sus ojos cerrados y sus labios un poco abiertos le hacían parecer un ángel, su cabello estaba peinado a la perfección, parecía ser que se quedó dormido en esa misma posición, Yibo se sintió triste y no era algo que le diría a alguien más, bien decían que los enemigos eran las mismas personas que tenías en tú casa, porque jamás pensó que el hombre a quién juró amar le traicionaria, comprendió con el dolor causado por su ex esposo que existían te amo vacíos, mismos que carecían de peso y que era difícil diferenciarlos, porque las palabras de Zhan parecían reales, sin embargo las únicas que fueron verdaderas fue decirle que no lo amaba.

Se bajó de la cama despacio, con cuidado de no despertar a Zhan, sabía que su ex esposo tenía el sueño liviano y que no despertará con los sonidos de Bai Lu le indicaba que su noche no fue buena.

Se dio cuenta que Bai Lu requería un cambio de pañal urgente y decidió cambiarlo el mismo, sonrió sintiéndose feliz de tener a su bebé, ella lo hacía sentir completo, quien le viera pensaría que fue una hija planificada cuando la realidad era que no supo de su existencia hasta que Xiang apareció en su oficina.

Bai Lu se sintió cómoda cuando estuvo limpia y se concentró en intentar apretar el dedo índice de su papá hasta volver a dormirse.

Yibo continuó acunandola en sus brazos hasta escuchar pasos que lo hicieron volver a la realidad, se giró para ver a Zhan frotándose los ojos mientras se acercaba a él.

—¿Te sientes mejor? —le preguntó en voz baja.

—Sí, lo estoy, perdón por quedarme dormido aquí...

—Tenías fiebre, no podías ni pensar bien, no te disculpes, supongo que algo te está molestando últimamente, enfermas cuando tienes mucho estrés en tus hombros. —comentó Zhan deslizando un dedo por la nariz de su hija. —¿Bai Lu estaba despierta?

—Sí, necesitaba un cambio de pañal. —respondió evitando la mirada de Xiao.

Se sentía afectado al saber que Zhan lo conocía demasiado bien, tanto así que debía de mantenerse frío y distante, no podía permitir que las barreras que le llevó tiempo construir cayeran, mucho menos frente a la persona que le ayudó a subir y que de la nada lo dejó caer.

—¿Me dirás? —inquirio Zhan cuando Yibo dejó a Bai Lu en la cuna.

—¿Qué quieres que te diga Xiao Zhan?

—¿Qué te pasa? Sabes que soy bueno dando consejos y ayudando con los problemas así que...

—No tengo nada que hablar contigo, lo que me pasa es algo con lo que yo mismo voy a lidiar, gracias por ayudarme. —contestó alejándose para salir de la habitación.

—Era suficiente que dijeras un no, no tienes porqué ser tan cortante. —se quejó Zhan.

Yibo se detuvo de forma abrupta y apretó sus puños, se mordió las mejillas y dio un paso al frente, estar cerca de su ex esposo no le hacía bien, debía de dejar ir a aquella habitación, sin embargo estar allí era una atracción, era inevitable alejarse, siempre sucedía algo que lo hacía regresar.

By Your SideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora