18. Mine

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"You were in college working part time waitin' tables
Left a small town, never looked back
I was a flight risk with a fear of fallin'
Wondering why we bother with love if it never lasts
I say "Can you believe it?
As we're lying on the couch?"
The moment I could see it.
Yes, yes, I can see it now"
  
  Se había pensado que podía intentar decirle lo que sentía con una canción. Mientras cantaba, no apartaba la vista de ella para que notara que se la estaba dedicando. Alba no se atrevía a mirarle a los ojos, pues le estaban entrando muchas ganas de llorar y no quería hacerlo delante de él.
  
"Do you remember, we were sitting there by the water?
You put your arm around me for the first time.
You made a rebel of a careless man's careful daughter
You are the best thing that's ever been mine."
           
Quería que ella recordara todos los momentos que habían pasado juntos antes de que él lo estropeara todo. Samantha se dio cuenta de lo que estaba pasando y le susurró a su amiga al oído que esa canción iba por ella.
  
"And I remember that fight
Two-thirty AM
When everything was slipping right out of our hands
I ran out crying and you followed me out into the street
Braced myself for the "Goodbye"
'Cause that's all I've ever known
Then you took me by surprise
You said, "I'll never leave you alone."
  
  Alba recordó su discusión de ayer, mezclada con demasiadas dosis de alcohol en sangre y que le había dejado tan mal sabor de boca.
  
You said, "I remember how we felt sitting by the water
And every time I look at you, it's like the first time
I fell in love with a careless man's careful daughter
She is the best thing that's ever been mine"
  
   Hacía mucho que nadie le decía tantas cosas bonitas. Estaba empezando a pensar en que quizá debería dejarle ya que se explicase, se notaba a leguas que lo estaba pasando mal. Después de unas pocas audiciones más, les dejaron un poco de tiempo libre antes de la cena.
  - Voy a hablar con él- le dijo Alba a sus amigas mientras se levantaba.
  - Ya nos contarás después- respondió Eva empezando a andar hacia la cabaña. Alba vió que Hugo hacía lo mismo, así que fue detrás de él.
  - Hugo- el chico se giró al oír su nombre- ¿Podemos hablar?
   - Claro- se alegró él. Mientras andaban hacia el mirador, iba pensando en qué le iba a decir. Se concentró tanto en conseguir que la chica le hablara, que no había planeado lo que le diría. Llegaron a su destino y Alba se apoyó en la barandilla mientras miraba hacia el mar.
  - Gracias por quedarte ayer conmigo hasta que volvieron las otras.- empezó ella sin apartar la mirada del horizonte.
   - Pensé que no te acordabas de nada.- dijo mirándola. Estaba tan guapa con la luz del atardecer dándole en la cara.- Lo siento tanto, Alba.
   - Sé que lo sientes, y por eso quiero darte la oportunidad de explicarte.
   - Ana llevaba dos años siendo mi novia. Al principio era una relación nueva, emocionante y sana, pero con el tiempo empezó a pudrirse. Ya solo estábamos juntos por no dejarlo, porque era más fácil tener una relación que afrontar que lo nuestro ya no funcionaba.- cogió aire profundamente y siguió hablando- Cuando me di cuenta de que estaba empezando a sentir algo por ti, decidí que tenía que dejarlo con ella de una vez por todas. Pero un día surgió y nos liamos, y ya no había vuelta atrás. No podía soportar la idea de contártelo porque sabía que te haría daño, así que quedé con ella en Vilanova para decírselo y arreglarlo todo antes de que tú lo supieras. Pero me besó y no me dio tiempo a apartarme. En cuanto nos separamos lo dejamos, pero tú ya no estabas. Flavio me dijo que lo habías visto.
   - Hugo, me dolió mucho porque yo creía que lo que teníamos era algo especial, pero al parecer había otra persona a la que estabas engañando conmigo.
   - Y era especial. Nunca me había sentido tan bien estando con una chica. No es sólo la atracción física, sino que contigo se puede hablar de cualquier cosa porque siempre entiendes la perspectiva de los demás. Lo siento, te prometo que si alguna vez vuelvo a hacerte llorar y estar mal nunca volveré a hablarte.
  - En el fondo solo querías evitar hacerme daño, pero la próxima vez cuéntame las cosas, Hugo, me hubiera dolido mucho menos que de la forma en la que me enteré.
  - Lo haré.- respondió el rubio. Alba no aguantó más y se arrojó a sus brazos. Él le devolvió el abrazo.
   - Te he echado de menos- dijo Alba en el oído del chico.
   - Y yo- contestó él.
   A lo lejos, Flavio, Samantha y Aine estaban mirando cómo les iba a los dos. Todos pensaban que lo arreglarían.
   -Creo que ha ido bien- dijo Sam.
   -¿En serio, rubia? - le vaciló el chico moreno- ¿Cómo has llegado a esa conclusión?
-Menos mal- comentó Aine- Se hacían demasiado felices el uno al otro como para olvidarse.
Los tres vieron como los dos chicos empezaban a caminar hacia ellos y les dedicaron una sonrisa.
  -Menos mal- dijo Flavio en cuanto llegaron- No soportaba más al Hugo dramático- bromeó, sacándoles una sonrisa a la pareja.
-Y así fue como mi barco después de naufragar fue reparado- continuó Sam.
   - Ay, de verdad, que tontos sois- dijo Aine mientras abrazaba a su hermano- Huguito, menos mal que tu "plan canción" salió bien.
   - Menos mal, menos mal- respondió Alba.
   En cuanto la velada de esa noche terminó, todos se fueron a sus respectivas cabañas. Alba se metió en su litera, pero no era capaz de quedarse dormida así que salió a dar una vuelta. Salió sigilosamente y se dirigió a la playa, por donde caminó durante un rato hasta que decidió volver y, sin saber muy bien como, sus pasos la dirigieron hasta la puerta de la cabaña número 8. Entró cuidadosamente y se acercó a la litera donde estaba durmiendo Hugo.
  -Hugo- dijo en un susurro- ¿Puedo quedarme aquí?- el rubio abrió los ojos y, al ver allí a la chica, sonrió.
   -Claro- le dejó un sitio para que se tumbara a su lado. Cuando ya estaba tumbada, levantó un poco la cabeza para mirar al chico y decidió juntar sus labios con los de él y besarlo. Solo habían estado enfadados un día, pero a ella le había parecido una eternidad. Le había dolido muchísimo lo que le había hecho, pero había conseguido perdonarlo. Al fin y al cabo todo el mundo se merece una segunda oportunidad.
   En la otra cabaña, Eva y Anaju estaban hablando un poco sobre la vida. La pequeña se sentía muy bien desde que había asumido que se sentía atraída por las chicas. En realidad llevaba mucho tiempo sabiéndolo, pero le daba miedo decirlo en voz alta y darse cuenta de que era distinta a las demás chicas que conocía. Pero ahora se sentía mucho mejor que antes, ese nudo que llevaba sintiendo en el pecho durante los últimos años de repente se había deshecho.
  Flavio estaba pensando exactamente lo mismo en la litera del otro lado de la habitación. Siempre había sido una persona muy tímida, que solía encerrarse en sí misma cuando las cosas le salían mal. La primera persona con la que se había abierto había sido Hugo, varios años atrás, cuando vino al campamento por primera vez. Él le había ayudado muchísimo a intentar que le costara menos hablar con la gente y a que le diera menos vueltas a las cosas. Pero con Samantha se sentía una persona completamente distinta. La primera vez que la había visto también fue la primera vez que hizo una locura sin pensárselo demasiado. Besó a una chica mayor que él a la que acababa de conocer hacía pocas horas. Sí, los días siguientes volvió a tener esas inseguridades que lo atormentaban siempre, pero consiguió superarlas y ahora estaba durmiendo en una cama algo pequeña con una rubia de ojos azules abrazada a él. Y ver que había cambiado tanto en los últimos días le hizo sentirse bien consigo mismo. Mientras se quedaba dormido, se acordó de un poema que había leído justo antes de entrar con el coche en Vilanova de Arousa:

"Cuando mires atrás,
y te des cuenta de lo diferente que es todo desde que perdiste el miedo
a conocer,
a buscar,
y a actuar sin pensar,
verás que dejaste de perderte a personas maravillosas.
Cuando mires atrás,
y sonrías al ver todo lo que has cambiado durante este tiempo,
te darás cuenta de que ahora todo va a ir a mejor.
Porque cuando dejas de encerrarte en ti mismo es porque encuentras la llave,
y esa llave muchas veces es una persona.
Cuídala."

Claro que iba a cuidar a Samantha. Le había ayudado a ver la vida de otra forma, y eso no podría terminar de agradecérselo nunca. Es lo mínimo que podía regalarle.
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aquí capítulo profundo, ya solo quedan doss

<3

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